Coalición Canaria y Nueva Canarias parecen seguir los pasos de las dos formaciones de izquierda en Madrid, PSOE y Unidas Podemos, cuya falta de entendimiento ha llevado al país a unas nuevas elecciones generales el próximo 10 de noviembre. Las dos organizaciones nacionalistas del Archipiélago no se entienden para concurrir juntas al Congreso de los Diputados en los próximos comicios, como lo hicieron en 2011, pese a que ambos partidos podrían complementar sus fuerzas: en la provincia de Tenerife favorecería a CC y en las de Las Palmas a NC.
Estas formaciones, que fueron familia -Nueva Canarias surgió de la escisión de CC en 2005-, optan de momento por presentarse por separado y por llegar a acuerdos o colaboraciones en caso de que obtengan representación. Pedro Quevedo (NC) se quedó sin revalidar su escaño en las pasadas elecciones de abril por unos 7.000 votos en la provincia de Las Palmas, y María Fernández, de CC, aunque dobló sus apoyos en esta provincia, tampoco obtuvo asiento en el Congreso. Nueva Canarias logró 36.225 sufragios y Coalición 34.853. Si hubieran sumado sus fuerzas es muy probable que Quevedo fuera ahora diputado.
Mientras, CC aumentó un escaño en la provincia de Tenerife y obtuvo dos parlamentarias: Ana Oramas y Guadalupe González Taño, quizás porque NC no se presentó en esta provincia al no tener el suficiente músculo electoral, y tras no llegar a acuerdos con CC para que este partido no concurriera en la de Las Palmas.
Ahora la situación de partida es similar. Coalición Canaria sostiene que no hay ningún acuerdo sobre la mesa y si NC pretende que no se presenten por la provincia de Las Palmas en favor de Pedro Quevedo, que tiene todos los boletos para repetir como candidato de Nueva Canarias, la eventual negociación se cerraría ipso facto. Coalición Canaria está dispuesta a sondear algún acuerdo que permitiera compartir la legislatura, pero no hacerle un favor al partido de Román Rodríguez para contribuir a que Quevedo lograra, esta vez, un escaño por Las Palmas, sin contraprestación para CC, que considera asegurados uno o los dos escaños por Santa Cruz de Tenerife.
Según el secretario general de Coalición, José Miguel Barragán, lo que es inviable es que se apoye a Quevedo y cuando llegue al Congreso permanezca los cuatro años. En cualquier caso, reitera que no se ha planteado ninguna negociación para la unidad del nacionalismo canario de cara a las elecciones generales.
De hecho, el Comité Permanente Nacional de CC decidió ayer proponer que las candidatas al Congreso por Santa Cruz de Tenerife y por Las Palmas sean Ana Oramas y María Fernández, respectivamente, que repiten como cabezas de lista en ambas provincias. Esta decisión debe ser ratificada en el próximo Consejo Político Nacional, se indica en un tuit del partido. NC parte con una premisa cristalina: van a presentarse esta vez por las dos provincias y en solitario, indica el secretario de Organización de la formación, Carmelo Ramírez. Quizás sea una forma de presionar a CC para intentar llegar a acuerdos preelectorales de forma que cada formación concurra por la provincia donde más votos recaban. Al respecto, Pedro Quevedo señala que el hecho de que no se presentara NC en la provincia tinerfeña "sirvió para darle más apoyos a CC" y si ahora concurren puede afectar a la candidatura de Oramas. Para Quevedo, se produjeron dos cuestiones que fueron negativas para su formación: un mailing que no llegó a todos los votantes y "una campaña de confusión de CC" en su contra.
Ahora está convencido de que su partido va a lograr mejores resultados y que a CC le puede pasar factura los acuerdos tras las elecciones autonómicas que descabalgaron a este partido de instituciones de relevancia, como el Gobierno regional. Para Barragán, no tiene por qué afectar pues son elecciones distintas.
Con todo, Pedro Quevedo aboga por, si finalmente se abre una negociación con CC, que sea sobre la base de que ´éstos no concurran como tal en Las Palmas y NC se lo pensaría en Tenerife o, quizás, irían de la mano, algo improbable dadas las diferencias actuales entre ambos partidos . Para Coalición Canaria "no hay nada encima de la mesa, ni propuesta ni intención. Valorar posibles combinaciones es hacer política ficción", afirman desde el partido.
El próximo 21 se reúne la Ejecutiva Nacional de NC donde "prácticamente" se definirán listas y campaña, expone Carmelo Ramírez, que al igual que CC cree que la escasa financiación es un problema para poner en marcha su maquinaria electoral. Se han enfrentado a otros dos comicios en un año: las generales de abril, y las europeas, autonómicas, insulares y locales de mayo, y las arcas se han quedado vacías, por lo que están buscando recursos para asumir este proceso a través de créditos bancarios. Reconocen que va a ser una campaña más modesta, aunque tendrá una duración de una semana -la anterior fue de quince días-.
Los candidatos al Congreso probablemente repetirán en ambas formaciones y, previsiblemente, en las otras organizaciones en Canarias: PSOE, PP Ciudadanos y Unidas Podemos. Los aspirantes al Senado pueden variar al concurrir por circunscripciones insulares y tras producirse cambios como consecuencia de las elecciones autonómicas y locales del pasado mayo.
Nueva Canarias va a centrar su campaña casi en los mismos mensajes que CC: la defensa de Canarias ante Madrid. No obstante, Quevedo precisa que aunque hayan compartido objetivos ante el Gobierno central y sean nacionalistas no son iguales, pues se consideran más progresistas que CC, al menos de la facción de Fernando Clavijo, expresidente del Gobierno, o de Ana Oramas. En su opinión, hay voces dentro de Coalición que sí quieren que haya una confluencia en ambas formaciones.
En las elecciones de 2016, Nueva Canarias se presentó conjuntamente con el PSOE gracias al cual Pedro Quevedo logró escaño en el Congreso y María José López al Senado. En los comicios de abril de 2019 los socialistas determinaron que esta unión no había sido productiva para ellos y optaron por excluir a NC.
Tanto Coalición Canaria como Nueva Canarias auguran que se van a producir resultados similares en términos generales y, por tanto, se va a dar el mismo dilema negociador entre el PSOE y Unidas Podemos.
