"Me temo que pagaremos un precio muy alto por pactar con Coalición Canaria". Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, cuestionó con estas palabras el acuerdo de Nueva Canarias y CC para las elecciones generales del 10 de noviembre. Morales, que durante las negociaciones siempre se mostró partidario de sellar una alianza progresista, dio ayer su apoyo a Faneque Hernández, militante de base de Roque Aguayro que ayer formalizó su baja de NC como afiliado y como miembro del Consejo Político Nacional de la organización presidida por Román Rodríguez.

Las tensiones internas que se intuían en Nueva Canarias por el sello de un acuerdo nacionalista comenzaron a aflorar en menos de 24 horas después de que se anunciara el pacto. Hernández, que fue candidato de NC en las elecciones europeas del 26 de mayo, señala que abandona el partido porque se ocultó información sobre contactos con Más País, el partido de Íñigo Errejón, y por la toma de decisiones sobre candidatos a espaldas de las asambleas locales. Morales, que días antes ya había mostrado su oposición a una coalición electoral con CC -partido que, a su juicio, ha hecho "mucho daño" a Canarias, a Gran Canaria y a él mismo- expresó a través de su cuenta de Twitter su pesar por la marcha de Faneque del partido. "Mi solidaridad con Faneque y mi tristeza por su marcha. Se va de NC con acusaciones muy serias", apuntó. En los próximos días, según indicó Faneque, Roque Aguayro, la organización política de Morales en Agüimes y a la que sí seguirá vinculada, mostrará a través de un comunicado su posición respecto a la alianza de Nueva Canarias -de la que es socio- con Coalición.

Socios y rivales

El acuerdo de NC con CC convierte al partido de Rodríguez en aliado y rival de la organización de la que nació por escisión en 2005. Lo uno y lo otro a la vez en un complicado equilibrio bipolar para mantenerse en el poder en Canarias y tener, al mismo tiempo, más y mejores opciones de lograr un escaño en el Congreso de los Diputados por Las Palmas. Esta alianza electoral pone a prueba la elasticidad de Nueva Canarias para gobernar en el Archipiélago junto al PSOE, Podemos y la Agrupación Socialista Gomera (ASG) con Coalición como partido líder de la oposición y, al mismo tiempo, reclamar en Madrid, precisamente de la mano de CC, el cumplimiento de la agenda canaria.

La posibilidad de que se llegara a cerrar una alianza nacionalista ya había causado la indignación de un sector de NC. Morales, en una entrevista radiofónica, reconoció, incluso, que no se veía levantando el brazo en un mitin junto al expresidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo (CC) y que le sonaba mejor la música de Más País, la marca con la que Errejón presentará batalla en las generales y a la que se relacionó con NC. Sin embargo, en medio de las negociaciones con CC, el coordinador autonómico de Nueva Canarias, Luis Campos, aseguró que ese partido no se había puesto en contacto con ellos.

Canaristas, la nueva plataforma a la que pertenece el exconsejero de Medioa Ambiente del Cabildo de Gran Canaria Juan Manuel Brito, también evidenció ayer su contrariedad por el pacto nacionalista. En un tuit que fue compartido por Morales, la plataforma, que llegó a un acuerdo con NC el 26 M y que aupó a Brito al número cinco en la lista encabezada por Quevedo, tacha al acuerdo con CC de "error" porque "no ayuda a construir el proyecto de progreso autocentrado para la mayoría social que necesita Canarias". "Nos comprometimos en mayo a ayudar para echar a CC, por eso no podemos apoyar esta decisión", apunta.

Aunque esta unión haya causado crispación, no será la primera vez que NC y CC concurran juntos a las generales. Ya lo hicieron en 2011 y Nueva Canarias logró su escaño por la provincia oriental. Pese a ello, decidió distanciarse de Coalición en 2015 y 2016, años en los que optó por presentarse bajo el paraguas del PSOE. También lograron un asiento en el Congreso, pero no así el pasado 28 de abril. NC se presentó por primera vez en solitario tras el rechazo de los socialistas. Sin el apoyo de ningún partido, la formación de Rodríguez quedó fuera de juego y vio como CC le pisó los talones al doblar el número de votos. La lista encabezada por Pedro Quevedo recabó 36.193 apoyos frente a los 34.775 de María Fernández, con lo que solo 1.418 sufragios separaron a una candidatura de la otra.

La proximidad de las elecciones -las del 10 N serán las segundas generales en siete meses y las cuartas en cuatro años- hizo que el coste económico de presentar una candidatura en solitario fuese una razón de peso para decantarse por una coalición. NC puso sobre la mesa las dos opciones más factibles: PSOE o Coalición. El partido miró a uno y otro lado, pero finalmente se decantó a favor de la alianza nacionalista. Algo que más allá de allanar el camino hacia una posible reunificación del nacionalismo canario, ha generado tensión en su partido y puede levantar más de una suspicacia en el seno del Gobierno regional, donde el PSOE teme que se materialice el fantasma de una moción de censura.

NC y CC llegaron a un acuerdo por el que Quevedo estaría en el escaño dos años y medio y Fernández el último año y medio de la legislatura. Eso siempre y cuando la coalición nacionalista logre un diputado por Las Palmas y la legislatura dure cuatro años. El acuerdo también incluye un pacto de no agresión en Santa Lucía de Tirajana, Telde y Pájara, municipios regidos por CC y donde hasta ahora planeaba la sombra de una posible censura impulsada por NC.

La cristalización del acuerdo nacionalista para la próxima cita con las urnas obliga a Nueva Canarias a hilar fino para evitar asperezas con quienes comparte grupo de Gobierno en la Comunidad Autónoma, en el Cabildo de Gran Canaria o en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria -PSOE y Podemos- y, al mismo, a ponerse de acuerdo con quien criticaba hasta hace unos días por la gestión en las Islas durante la pasada legislatura. El vicepresidente del Ejecutivo regional y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, arremetió la semana pasada contra su nuevo socio electoral y líder de la oposición a cuenta de la política fiscal seguida por el Gobierno de Fernando Clavijo. Rodríguez tachó de "irresponsable" al anterior Ejecutivo de CC por aplicar una bajada de impuestos. "Es temerario jugar con la fiscalidad. Han rebajado impuestos para quedar bien y no les ha ido bien porque están en la oposición", llegó a decir Rodríguez.

Los mismos que impulsaron esas políticas que nada gustan al líder de NC serán ahora sus socios en la carrera electoral del 10 N. El partido explica esta aparente contrariedad en que son aliados y adversarios en espacios diferentes, algo que parece convencer a todos sus miembros. NC es uno de los cuatro componentes del denominado pacto de las flores que desalojó a CC del Gobierno canario tras 26 años en él. La formación de Rodríguez no comparte el "modelo de país" de CC para Canarias, pero sin embargo alega que sí coincide en la defensa de los intereses de Canarias ante Madrid, donde existe "afinidad" para poner en valor el cumplimiento del REF y del Estatuto de Autonomía.

La decisión final adoptada tampoco ha sido del del agrado de todos los miembros de Coalición. Un sector minoritario no ve con buenos ojos que sea Quevedo el que encabece la plancha por Las Palmas al entender que es un candidato amortizado. Pese a las reticencias de algunos, finalmente se impuso el criterio que defendían con más ahínco David de la Hoz (Lanzarote), José Miguel Barragán y Mario Cabrera (Fuerteventura), Carlos Alonso (Tenerife), Nieves Lady Barreto (La Palma) y Narvay Quintero (El Hierro).