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Entrevista | José María Gil Garre

"Aun sin víctimas un ataque terrorista en Canarias tendría terribles consecuencias"

"Es muy inquietante el 'yihad medioambiental', que quema territorios o envenena pozos", señala el codirector del International Security Observatory

José María Gil, durante una entrevista concedida en 2017. ARTURO IRANZO

¿Cómo es el trato que dan los medios de comunicación al terrorismo yihadista?

La mayoría realizan un cobertura puntual, es decir, cuando se produce un ataque o una operación singular, y especialmente si nos toca de cerca. La prensa tiene una responsabilidad muy grande porque cualquier mensaje sobre el terrorismo debe ir acompañado por una parte crítica; si no, se convierten en mera correa de transmisión de los intereses yihadistas. Hace poco, un terrorista que trabajaba de administrativo en la Policía de París mató a cuatro agentes y no se le ha prestado ninguna atención. Es como si los medios se hubieran inmunizado frente a las estrategias del terrorismo en nuestras calles. Sólo cuando el ataque es masivo, indiscriminado y las víctimas son europeas la prensa pone todo el énfasis del mundo, pero si los que mueren son 300 personas en un mercado de Nigeria, Mali o Libia, apenas aparecen. El terrorismo preocupa más a la sociedad que a los medios que dicen representar sus intereses informativos.

Usted asegura que lo que hay que preguntarse no es si va a haber un ataque, sino cuándo.

Este terrorismo es tan líquido, tan difuso, que nos ataca en nuestras propias calles, no necesita organizaciones complicadas porque utilizan un cuchillo, un taxi o una moto, o simplemente fabrican explosivos caseros. Hasta ahora hemos visto materializadas distintas morfologías de ataque pero nos amenazaron con otras muchas que no hemos visto todavía en Europa, pero que antes o después utilizarán.

¿De qué tipo?

Hay una que me inquieta mucho, la que denominan el 'yihad medioambiental', en el que queman territorios o contaminan pozos, y otra que apunta a un terrorismo absolutamente líquido, con el envenenamiento de lineales de productos en supermercados. He tenido contacto con más de un centenar de terroristas y cuando hablan de atentar en España, apuntan a sitios muy concretos y normales, como iglesias, comisarías o ayuntamientos. Nosotros tenemos decretado el máximo nivel de alerta terrorista, el 4 plus, que se enfoca a la protección de infraestructuras críticas, pero por regla general los ataques no se producen ahí, sino en el ámbito de la vida cotidiana de la gente, que es donde más terror siembran. Las últimas órdenes de Daesh, de hace apenas 15 días, son: "Matadlos allá donde podáis, no esperéis consignas, hacedles daño en todos sus niveles".

¿Cómo se lucha contra una amenaza así?

El arma fundamental del terrorismo yihadista es la comunicación y en ello se han mostrado absolutamente eficaces tanto en la captación y en la radicalización como en la difusión de metodologías de ataque y en la financiación. Frente a eso, la comunidad internacional ha demostrado ser bastante tonta, bastante inútil. No en el nivel policial, que es de los mejores del mundo, sino en no haber sido capaces de generar una contra narrativa que aborte los discursos que estos individuos utilizan para captar el corazón y la mente de nuevos chavales.

Al estar tan alejado y tratarse de un territorio fragmentado, da la sensación de que ningún terrorista va a atacar al Archipiélago. ¿Es real esta percepción?

Espero que siga así, pero estamos hablando de unos terroristas que han cambiado el paradigma. Si antes les daba miedo que los cogieran y huían, ahora son capaces de colocarse falsos chalecos bomba para que los mate la policía, tal y como pasó en Cataluña y en Londres. Un individuo que se decida a cometer un ataque en el Archipiélago, no lo hará buscando parámetros de seguridad, sino porque en su propia muerte se encuentra su objetivo, en convertirse en mártir.

¿Qué repercusión tendría un ataque en las Islas?

Desde mi punto de vista, un ataque en Canarias tendría una repercusión muy importante porque los objetivos serían internacionales, serían turistas europeos. Atentar en un destino turístico internacional de este nivel tendría unas consecuencias terribles, incluso aunque fuera de bajo nivel y no hubiera víctimas. Hay que extremar el cuidado y me consta el gran trabajo que realizan los cuerpos y fuerzas de seguridad en Canarias.

La ofensiva turca en Siria contra los kurdos está provocando que muchos presos yihadistas se escapen, con el consecuente riesgo para la seguridad global.

Turquía está siendo responsable de una dinámica que a futuro nos va a dar muchos sustos. Lo que es vergonzoso es que un país miembro de la Otan pueda desarrollar asesinatos indiscriminados como los que está haciendo en la zona kurda y, además, en unos espacios donde los kurdos han ayudado a las fuerzas multinacionales a acabar con el Daesh, que va a someterse a una reorganización. Es un desastre del que todos pagaremos la factura, sin paliativos, pues hablamos de que se han escapado yihadistas con intereses y amenazas dirigidas contra España. Tanto nosotros como los europeos podemos agradecer a Turquía que haya liberado a terroristas que nos pueden hacer mucho daño.

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