La Unión Europea ya no es un actor principal en el escenario internacional, liderado indiscutiblemente por Rusia y China ante la omnipresente mirada de Estados Unidos. Si este hecho resulta preocupante, más alarmante es que la UE parezca no darse cuenta y que vaya dando palos de ciego en un tablero en el que ya no dispone de su antigua capacidad de jugar. David García Cantalapiedra, doctor en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, realizó este descarnado análisis en las I Jornadas de Promoción y Difusión de la Cultura de Seguridad y Defensa en España, organizadas por el Observatorio Canario de Seguridad y Defensa en el Club LA PROVINCIA.

García, que también ejerce como director del programa de investigación sobre política exterior de Estados Unidos en el Instituto Franklin-UAH, fue implacable a la hora de situar al continente europeo en el mundo, al señalar que la narrativa occidental ha dejado de ser la única visión del mundo, pues no sólo se ha incorporado la óptica china sino que, en un futuro, se sumará la India con su imparable desarrollo.

En el libro de Henry Kissinger 'China', publicado en 2012, el conocido político estadounidense ya ponía de relieve la distinta manera que tienen de ver el mundo orientales y europeos. Para ello, utilizaba las diferencias existentes entre dos juegos de inteligencia, el ajedrez y el wei qi, más conocido como go. En el primer caso, se trata de un choque de fuerzas, un combate directo en el que las piezas se enfrentan para lograr derrotar al rey. En el caso del go, el objetivo consiste en circundar y capturar las piedras del adversario, invadiendo el territorio enemigo de una manera sutil, a través de una acción indirecta y con un resultado final que, incluso, no refleja con claridad quién ha logrado la victoria si el juego no se conoce bien.

Si Rusia y China 'se reparten' el mundo, ¿cuál es el papel que juega Estados Unidos en esta partida que deja fuera a Europa? "EEUU ha vuelto a defender postulados anteriores a la Segunda Guerra Mundial y, actualmente, ya no apoya el orden multinacional", explicó García, que aclaró que este cambio en la estrategia norteamericana no viene de la mano de Trump, sino que ya empezó con Obama, por lo que son políticas llamadas a perpetuarse, independientemente de que republicanos o demócratas lleven las riendas del país.

Menos definido se encuentra el margen de actuación de la Unión Europea, cuyos estados miembros ni siquiera han conseguido unificar su concepto de seguridad y de política exterior debido a sus problemas internos. Además, la UE ha de enfrentarse a un cambio en las reglas de la guerra, que es de todo menos convencional, pues la tecnología ha modificado la metodología de ataque y ya no existen periodos de conflicto y paz claramente separados, sino que éstos conviven en tiempo y espacio.

Pero el peor tiempo, el de la lucha entre humanos y máquinas, todavía está por llegar. Aunque parezca ciencia ficción, como reconoció el propio García, se trata de un futuro cada vez más cercano, en el que la inteligencia artificial jugará un papel preponderante y todavía confuso. El experto citó a la periodista estadounidense Rosa Brooks, que en su libro 'How everything became war and the military became everything' concluye que los límites de la guerra están borrosos cuando una persona puede matar a otra a diez mil kilómetros de distancia mediante la pulsación de un simple botón.