Canarias no puede convertirse en un referente de las energías renovables si el Estado no asume el sobrecoste que supone para las Islas producirlas y almacenarlas mediante ayudas e incentivos fiscales. El consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, aseguró ayer que el Gobierno central debe tener con el Archipiélago una consideración especial en materia energética porque la situación se ha complicado en los últimos años y hay dificultades como consecuencia de las peculiaridades de las Islas, con sistemas aislados que implican costes añadidos que no existen en el territorio continental.

Valbuena remarcó que Canarias tiene que "anclarse en el Estado" para compartir los sobrecostes en políticas como el almacenamiento de energía, una asignatura pendiente que no se ha resuelto y que impide que toda la energía renovable que se pueda producir se almacene y así poder distribuirla si hay una incidencia en el sistema.

El titular de Transición Ecológica señaló que reducir los efectos del cambio climático y potenciar las renovables, tras la negativa a introducir el gas, supone avanzar en materia de fiscalidad ambiental porque se trata de un ámbito "en el que no hemos avanzado", indicó. Según el consejero, Canarias debe caminar hacia una fiscalidad ambiental "finalista" que mejore la capacidad de respuesta de las Islas y que se puedan aplicar las medidas de mitigación del cambio climático.

El debate sobre la política fiscal ambiental estará sobre la mesa cuando se tengan elaborados los análisis y el diagnóstico por parte del Ejecutivo regional. En este sentido, el actual Gobierno trabaja en cuatro leyes y dos planes de acción para hacer frente al cambio climático.

Entre las leyes que prepara el departamento que dirige José Antonio Valbuena figura la revisión de la Ley del Suelo para transformarla en Ley del Territorio, así como las leyes de Cambio Climático, Biodiversidad y Economía Circular, ésta última para el nuevo tratamiento que se le quiere dar a los residuos en las Islas.

Junto a este nuevo marco normativo, el Ejecutivo prepara dos planes de acción. Uno concretamente de medidas de choque para hacer frente al cambio climático que permitirá analizar "cuáles son las debilidades y los efectos del cambio climático" sobre cada sector y, una vez definidos estos aspectos, "se diseñarán las medidas que se tienen que llevar a cabo para adaptarse" a la situación de emergencia climática y "las acciones de mitigación", aquellas pensadas para que las siguientes generaciones puedan empezar a notar el aumento de la calidad medioambiental, según explicó el consejero. Asimismo, se está preparando un plan de transición energética.

"No hay una varita mágica para la adaptación" a la situación de emergencia climática, destacó, para considerar que dicha adaptación sólo se podrá llevar a cabo si colaboran todas las empresas privadas, instituciones públicas y "cada uno en casa" con su propio plan.