De pie, láser en mano, con micrófono de diadema y sin papeles de sostén. El consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Ejecutivo regional, José Antonio Valbuena, desgranó en una conferencia de algo más de 43 minutos -y en trece preguntas- las líneas maestras con las que afrontará el reto de la crisis climática y la penetración de las energías renovables en Canarias. Valbuena expuso con precisión matemática cuáles son las principales consecuencias de la crisis medioambiental, una "emergencia" que, reiteró, no puede esperar más por una respuesta rápida y eficaz que mitigue sus efectos y adapte el territorio a sus garras. Y para muestra un botón, debió pensar el consejero, que proyectó un pequeño reportaje de los habitantes -los que quedan- de Ghoramara.
Valbuena abrió una pequeña ventana al público para dar a conocer los problemas a los que se enfrenta esta pequeña isla situada a 150 kilómetros al sur de Calcuta (India), en el Golfo de Bengala, como consecuencia de los latigazos del cambio climático. El desplazamiento de la población por los nocivos efectos de este problema mundial marca el día a día de los habitantes de Ghoramara, un territorio que poco a poco engulle el mar y que, tal y como apuntó Valbuena, "será la primera isla en desaparecer del planeta Tierra". Sus habitantes, aunque no sean responsables, pagarán por igual o más que el resto los efectos del cambio climático porque no todos las regiones y ciudades tienen el músculo financiero y económico de Nueva York o Miami para elevar el nivel de sus calles, esgrimió.
El testimonio de los pobladores de Ghoramara, que en pocas palabras relataban la delicada situación que viven, sirvió al consejero regional para exponer los peligros a los que está expuesta la sociedad en general y Canarias en particular. Lo que está en juego, remarcó, no es la Tierra. "Seguirá girando. Lo que está en riesgo es la concepción de la vida tal y como la tenemos contemplada actualmente".
Durante su intervención en el Foro del Club LA PROVINCIA Las energías renovables en Canarias con una ponencia titulada Emergencia climática: hora de actuar, el titular del área de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial advirtió de la especial vulnerabilidad de la región canaria al cambio climático como territorio insular. El Archipiélago emite cada año trece millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que representa el 3,83% del problema a nivel nacional y un 0,035% en todo el mundo. "¿Qué hacemos con el modelo turístico actual?", fue una de las preguntas que le formularon desde el público. Valbuena lo tiene claro. El consejero indicó que el sector hotelero es consciente de que el turismo, al ser el principal motor económico del Archipiélago, tiene asociado una buena parte de la huella de carbono de las Islas, por lo que son los más "motivados" en implementar medidas que frenen el avance del cambio climático. El consejero rechazó, a su vez, la vergüenza de volar, un movimiento que defiende dar la espalda a los desplazamientos en avión por la contaminación que genera. En el seno de la UE se debate sobre la posible implantación de una tasa verde a la aviación, pero Valbuena especificó que los vuelos solo representan el 2% de los gases invernadero, por lo que, a su juicio, no es este el gran problema.
El aforo del Club LA PROVINCIA estuvo compuesto, a grandes rasgos, por industriales, empresarios del sector energético y representantes de asociaciones de fuentes renovables y de colegios profesionales. Pero también por numerosos políticos, especialmente del PSOE -como Elena Máñez, Nira Fierro o Luc André Diouf-, de Ciudadanos (Cs) -como Saúl Ramírez o Melisa Rodríguez-, o de Coalición, como Francisco Candil. El Diputado del Común, Rafael Yanes, o el presidente del Consejo Económico y Social, Blas Trujillo, fueron otros de los asistentes al foro, patrocinado por Naturgy.
Cambio con género
El cambio climático tiene género. Eso, al menos, es lo que aseguró Valbuena al asegurar que ha sido el hombre el principal responsable de la crisis medioambiental. El consejero aplaudió la concienciación de los jóvenes en la lucha contra este reto, pero también el decidido papel de la mujer. Incluso reconoció la labor de la canciller alemana Angela Merkel, que tiene entre manos un plan para poner "patas arriba" a Alemania en esta materia.
Y antes de concluir su conferencia, Valbuena pasó también la cuenta. Si algo quiso transmitir, es que sale mucho más caro quedarse de brazos cruzados que pasar al ataque. Por cada euro invertido en políticas de mitigación y adaptación, afirmó, se obtiene un ahorro de diez euros en "absorber" desastres producidos por el cambio climático.
