"Sablazo", "mordida", "rapiña". Los grupos de la oposición emplearon ayer, en el Pleno del Parlamento, toda su artillería verbal para definir los intentos del Gobierno canario de obtener recursos económicos mediante, primero, la cesión de una parte de los fondos del IGIC correspondientes a los cabildos y ayuntamientos -ya descartada, tras el rechazo de estos- y, ahora, a través de un reajuste del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan). El jefe del Ejecutivo, Ángel Víctor Torres, no solo rechazó estas acusaciones, sino que devolvió la pelota. "Quien ha sableado a los municipios ha sido el Gobierno de CC al aceptar la bajada del IGIC impuesta por el PP [del 7% al 6,5%]. Se les compensó con 41 millones de euros cuando tenían que haber sido 90", aseguró.

"Los ayuntamientos canarios le han puesto la cara colorada", espetó a Torres la portavoz del grupo parlamentario popular, María Australia Navarro, en referencia a la negativa de los consistorios a dejar en manos del Gobierno una parte de los ingresos del impuesto indirecto. "Con tal de financiar su carta a los Reyes Magos no duda en sablear a los municipios y cabildos y a los propios ciudadanos".

Sobre el Fdcan, el presidente negó que su gobierno vaya a "aplicar el rodillo". "Acordaremos, negociaremos, a diferencia de lo que hicieron ustedes", dijo al diputado de CC Pablo Rodríguez y exvicepresidente en la pasada legislatura. Aunque el Fondo, de 160 millones durante 10 años procedente del antiguo ITE, fue acordado con las corporaciones municipales e insulares, Torres aseguró que el anterior gobierno destinó "millones a algunos municipios por compromisos clientelares", mientras que "martirizó" al alcalde de Alajeró por su oposición, como presidente de la Fecam, a los criterios de distribución de los recursos. "Lo que hacemos ahora", explicó "es tender la mano para adecuar la financiación a la ejecución de las obras".

Rodríguez le recomendó recurrir a la hemeroteca y le recordó precisamente que "salvo algún episodio muy sonado, el Fdcan se negoció con todos". El nacionalista defendió la orientación que se dio a ese instrumento de la acusación de que se emplea para "rotondas y farolas" cuando con esos fondos también se han financiado actuaciones medioambientales, sociales o de investigación. "¿No son necesarias? ¿No generan empleo?", preguntó. Torres alegó que esos proyectos suponen un porcentaje minoritario del Fdcan y destacó que con él se han sufragado "cero infraestructuras sociosanitarias o escuelas infantiles", dos de los destinos a los que quiere dedicar esos fondos si los cabildos acceder a la reformulación que plantea para alargar el plazo de ejecución y distribuir el reparto a fin de disponer el Gobierno de una parte de los mismos.