"El harakiri que se hizo la Comunidad Autónoma con la Ley del Suelo es muy difícil de revertir", sentencia el arquitecto y urbanista Faustino García Márquez, responsable técnico durante años de la legislación territorial autonómica. "No creo que se haga una nueva ley contraria a la existente, pero sí parece lógico que las fuerzas políticas que ahora gobiernan y que se opusieron a la actual ley la intenten revisar", añade.
García Márquez recuerda que, una vez pasados dos años desde la entrada en vigor de la Ley del Suelo, ejemplos como el Plan Insular de Lanzarote, que data de 1991, el plan general de San Bartolomé de Tirajana, que es el de 1996 o Mogán, aún con normas subsidiarias, demuestran que la actual ley sigue sin resolver los principales problemas. "Los síntomas de que algo ha cambiado en el territorio deberían verificarse en este tipo de planes pero ahí siguen y no creo que sea por falta de medios", lamenta. "Hay ayuntamientos donde no hay conciencia de que debe haber un compromiso en los grandes planes y proyectos del municipio más allá de las fuerzas políticas que gobiernan y eso no lo arregla una ley", señala. García Márquez no cree que vaya a existir una "revolución" en el planeamiento y espera que no haya complicaciones.
