El Ministerio del Interior busca espacios para ubicar a los migrantes que alcanzan las costas canarias en pleno repunte de la llegada de pateras y con los polémicos Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) totalmente colapsados. "Estamos en ello desde el minuto uno, no podemos improvisar en este sentido. Estamos buscando todos los lugares posibles y, seguramente, todos serán insuficientes, pero estamos en ello", aseguró ayer el delegado del Gobierno en Canarias, Juan Salvador León, tras el acto del 41º aniversario de la Constitución.

Actualmente, Canarias cuenta con dos CIE: el de Hoya Fría, en Tenerife, tiene ocupadas sus 238 plazas, mientras que el de Barranco Seco, en Gran Canaria, sólo tiene operativas la mitad de sus 160 plazas, aunque Salvador León aseguró que en breve abrirá al 100%. Aun así, no será suficiente. "Buscaremos más espacios porque es verdad que ha habido un repunte significativo, a años luz afortunadamente de la crisis de los cayucos de 2006, pero estamos hablando de que a día de hoy, unas 2.050 personas se han lanzado al mar en busca de un futuro mejor, a las que se suman las 1.300 que se han interceptado en sus países de origen".

Hombres, mujeres y niños con los que las instituciones tienen la obligación de tratarlos con dignidad e impedir en todo momento que tengan que dormir en la calle, remarcó el delegado. "Hay que apelar a la solidaridad de los gobiernos de España y Canarias, pero también de los cabildos, ayuntamientos y ONG porque bastante sacrificio hacen ya dejando sus países de origen como para que luego no sean tratados adecuadamente".

Precisamente, es la ONG Cruz Roja la que se vuelca a la hora de dar el mejor trato posible a estos migrantes. Actualmente tiene a su cargo, por indicación del Ministerio del Interior, a casi 400 personas llegadas en patera en Las Palmas de Gran Canaria que, además, han tenido que ser distribuidos por otros municipios e incluso por otras Islas debido a la poca capacidad de esta organización para acoger a un número tan elevado de migrantes.

"Nos hacen falta manos pero, sobre todo, espacios para poder habilitarlos y dar a las personas que están llegando una atención adecuada", explicó Antonio Rico, presidente de Cruz Roja Española en Canarias. Esta organización se encarga de enseñar el idioma a los migrantes y buscar personas que sean para ellos un punto de referencia, tanto familiares como conocidos que se puedan hacer cargo de ellos. "La interacción constituye la mayor posibilidad de que estas personas tengan una vida normalizada", aseguró Rico. A quienes no cuentan con nadie en las Islas, se les ayuda a buscar las vías para regularizar y mejorar su situación.