Al rojo vivo. El Consejo Político Nacional de Coalición Canaria, que tratará el sábado si la multa de 1.000 euros a Ana Oramas por su desobediencia en la investidura de Pedro Sánchez es suficiente o hay que aumentar la sanción, pone en evidencia una fractura interna en el partido, que abandera Mario Cabrera, de Fuerteventura, con apoyos de Lanzarote y algunos dirigentes de El Hierro y de Gran Canaria y, por otro lado, Tenerife, con el refrendo mayoritario de las islas occidentales y también de muchos representantes de las orientales.

Pero lo que parece realmente esconder este juicio sumarísimo a la diputada por votar no a Pedro Sánchez, en vez de abstenerse, es demostrar el peso que tiene cada isla de cara al congreso refundacional de la formación que se que celebrará en mayo, y donde Cabrera defenderá que quiere más autonomía para la antigua Asamblea Majorera (AM) a fin de poder negociar la unificación con Nueva Canarias (NC). De hecho, en la asamblea insular de CC en Fuerteventura del pasado jueves, donde se debatía la sanción a Oramas, se concluyó, además, sobre la necesidad de poner en marcha el procedimiento para dotar de mayor independencia política y gestora a Fuerteventura con respecto a la estructura de Coalición Canaria, de manera que pueda activar un proceso que conduzca a la confluencia de organizaciones nacionalistas en Canarias. "Para eso tendremos que trabajar en aspectos orgánicos internos en CC", aclaró el secretario insular de Coalición en Fuerteventura.

El dirigente majorero llega al Consejo Político Nacional desafiando principalmente la hegemonía de Tenerife, que defiende que se cierre el debate ya sobre la insumisión de Oramas con la sanción económica -tal y como se acordó en la pasada Ejecutiva Permanente del partido- .

El líder majorero pedirá que se le abra expediente y sea el Comité de Disciplina quien decida, una propuesta en la que se alinean dirigentes de Lanzarote, como David de la Hoz, o de Gran Canaria, como Isaac Godoy . Ellos tres fueron precisamente quienes fraguaron el pacto con NC para acudir a las elecciones generales conjuntamente con CC.

Nadie habla de la expulsión de la diputada, que vale su peso en oro en el Congreso de los Diputados como portavoz, pero sí quizás de la inhabilitación en los cargos orgánicos durante un periodo de tiempo. Una demanda que se enfrenta a los dirigentes de Tenerife y a muchos otros del resto de islas que quieren dar carpetazo ya al caso. Probablemente si llegan a votar, Cabrera pierda esta demanda.

Ante ello, el líder majorero lleva la otra petición: que AM tenga mayor autonomía dentro del partido, al estilo de los herreños ( AHI) que mantienen sus siglas e independencia. Desde Fuerteventura se habla incluso de escisión de CC en caso de que no se les permite recuperar su identidad como AM aunque sigan dentro de Coalición, así como un mayor poder para decidir sus propios pactos en la Isla y no tener que someterse a órdenes de la formación si optan por negociar la unificación con Nueva Canarias, aunque esta organización haya ayudado a descabalgarlos en instituciones como el Cabildo majorero, situación que podrían revertir en algunos casos.

La unidad con NC está en la cabeza de toda Coalición Canaria y será uno de los grandes debates en el congreso de refundación, donde CC abre una reflexión para adaptarse a los nuevos tiempos y más teniendo en cuenta que, por primera vez desde que se creó en 1993, están en la oposición en la mayoría de las instituciones. Por ello, cada isla trata, a su manera, de ir ganando peso de cara al cónclave, que definirá quien liderará el partido y la línea ideológica a seguir. El senador tinefeño y expresidente del Gobierno, Fernando Clavijo, se perfila como candidato a la secretaria general de la organización y, al parecer, a Cabrera no le gusta esta opción. Dice acuñar una ideología progresista, que define a AM, frente a una posición más moderada que lidera Tenerife.

Con todo, cada vez más suena la tesis en el partido de que es necesaria una confluencia entre CC y NC para que Román Rodríguez (Nueva Canarias) -ahora es vicepresidente en el pacto de las flores- obtenga la Presidencia, probablemente con la abstención del PP, tras una censura a su actual jefe, el socialista Ángel Víctor Torres, dentro de dos años. Pero el eventual acercamiento a Nueva Canarias puede causar problemas entre el electorado más de centro derecha de Tenerife, si bien la formación en la isla del Teide no vería mal una posible moción de censura que les devolviera al poder, aunque fuera en la vicepresidencia y en distintas áreas. El problema vendría en las próximas elecciones. ¿Quién sería el candidato de esta reunificación al Gobierno de Canarias en 2023?

Tiempo para negociar

Desde el partido en Tenerife ponen en valor que aportan el 68% del electorado y el máximo número de diputados. Y en Gran Canaria tampoco lo ven claro pues apuntan que su organización ha doblado resultados. Y en el resto de las islas también tendría problemas. Pero aún queda un largo tiempo para negociar, exponen todos. De otro lado, sobre la petición de autonomía de AM, en Tenerife recuerdan que también ATI perdió sus siglas por crear CC en 1993. Los herreños mantienen las suyas porque no son cofundadores de la formación como los majoreros.

Y si los de Cabrera decidieran escindirse, si no le salen las cuentas en el próximo congreso, ya se avisa que Coalición se seguirá presentando en Fuerteventura, pues hay pesos pesados en esa isla que no comulgan cómo dirige el partido y, de hecho, esgrimen que toda esta pugna para darle relevancia a AM, frente a CC, se produce para esconder los malos resultados de las elecciones de 2019, pues Fuerteventura fue la única isla con peso poblacional que perdió votos en las autonómicas, recuerdan dirigentes de Coalición.

Y tampoco olvidan que se debió a decisiones como dejar en el camino a históricos del partido y con tirón electoral como el exalcade y expresidente del Cabildo insular, Marcial Morales.