Fuerteventura ha optado por incendiar Coalición Canaria a sólo cinco meses de que dé inicio el congreso que debe ser el de la refundación del partido, el primero que afronta desde la oposición en la mayoría de los gobiernos -insulares, locales y regional- en sus 27 años de historia. El secretario insular del partido en la isla, Mario Cabrera, manifestó ayer la disposición de él y sus compañeros de resucitar Asamblea Majorera y escindirla de CC para presentarse en la próxima convocatoria electoral, en 2023 (si no hay adelanto electoral), en solitario. "Asamblea Majorera se presentará a las elecciones de 2023 con sus siglas", sentenció ayer el líder majorero en la emisora local FuerteventuraFM.
Cabrera adelanta de forma abierta cuál será su estrategia de cara al VII Congreso Nacional descontento con el peso que ha alcanzado Tenerife en el partido y con, desde su punto de vista, un escoramiento hacia posiciones conservadoras que poco tendrían que ver con la ideología más progresista del AM, una de las cinco formaciones que dieron lugar a Coalición junto con las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), Iniciativa Canaria Nacionalista (ICAN), Partido Nacionalista Canario (PNC), y el Centro Canario Independiente (CCI). Afirma que "CC debe recuperar su centralidad".
Es un paso más al debate abierto en la asamblea insular majorera el pasado jueves sobre la necesidad de dotarse de mayor independencia política y gestora con respecto a la estructura de Coalición. Podrían así alcanzar acuerdos o confluencias con otras formaciones nacionalistas sin necesidad del visto bueno de ninguna organización superior. Su horizonte, a grandes rasgos, sería la Agrupación Herreña Independiente (AHI), que formalmente no está integrada en CC aunque sea así de facto.
Cabrera, que peleó tras las elecciones de mayo del pasado año por alejar a la dirección del partido de las propuestas más cercanas a PP y Ciudadanos, y tratar un pacto con el PSOE y Nueva Canarias, busca, precisamente la unificación con estos últimos nacionalistas. Ello pese a que fue el partido liderado por Román Rodríguez -una escisión así mismo de CC en 2005- el que abonó la salida de CC de plazas fundamentales como el Cabildo de Fuerteventura, tras una moción de censura a una candidata de escaso tirón electoral, o del Ayuntamiento de Puerto del Rosario tras una alianza inédita en la Isla. Cabrera daba ayer a entender en sus declaraciones, con todo, que el descontento crece entre los majoreros porque "en seis meses la gente ya comienza a advertir que en el cabildo el presidente, Blas Acosta, no está. Es que ni pasa por allí, no baja de la nube", sostuvo.
Como fuera, con sus palabras Mario Cabrera -ayer no atendió a las llamadas de este periódico- pone sobre la mesa de debate de cara al Congreso la posibilidad de un acercamiento a Nueva Canarias, una fuerza emergente y en el poder con la que desde Fuerteventura se cree que se puede recuperar parte de lo perdido. "Lo que Fuerteventura plantea es unir a todas las fuerzas nacionalistas en Canarias", insistió en la entrevista radiofónica.
En el transfondo de las demandas de los majoreros está el controvertido voto de la diputada de CC en Madrid, Ana Oramas, en contra de la decisión de los órganos del partido. El 'no', en lectura de Cabrera, viene a demostrar la pérdida del equilibrio hacia la derecha en el que ha caído el partido. Entiende que Tenerife (aporta el 68% de los votos en Canarias y el mayor número de diputados en el Parlamento) hace y deshace sin rendir cuentas y el ejemplo más claro en la sanción de 1.000 euros el órgano ejecutivo de Coalición ha decidido imponerle sin que ello suponga la apertura de expediente alguno. Y ello a pesar de que fue ese mismo órgano el que calificó de "muy grave" la indisciplina de la diputada. De hecho, el líder majorero acudirá al Consejo Político Nacional que se celebra mañana en Gran Canaria con el propósito de impedir el cierre del debate al respecto, como sí quiere Tenerife, y que sea el Comité de Disciplina el que decida.
Sin que la reprimenda llegue a expulsión -una decisión que nadie quiere porque dañaría más que beneficiaría al partido teniendo en cuenta el peso en imagen y político de Oramas-, los majoreros, según se acordó en asamblea, estarían a favor de que se le apartara de la dirección del partido y dejara de tener cargo orgánico al menos por un tiempo. Oramas, subraya ayer el líder majorero "ha faltado el respeto a la organización que la llevó al Congreso al votar no a la investidura de Pedro Sánchez cuando su partido acordó lo que ella incumplió", abstener, según transcribe FuerteventuraFM en sus redes.
