La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha "condenado" que España devuelva desde Canarias a Mauritania a inmigrantes de origen maliense, que luego son expulsados a su país, lo que supone repatriarlos de forma indirecta a un lugar en conflicto contra las directrices de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

En las últimas semanas, España ha recurrido en varias ocasiones al convenio que firmó con Mauritania durante la llamada "crisis de los cayucos" de hace una década, que le permite devolver a ese país a cualquier inmigrante que haya llegado de forma irregular a Canarias, con independencia de su nacionalidad, si ha partido de su costa o si solo ha transitado por su territorio en su ruta a las Islas.

Las devoluciones, según ha explicado la Delegación del Gobierno, se han reactivado porque la capacidad de acogida de inmigrantes en Canarias está "debordada", tras un 2019 en el que las llegadas se han duplicado y un mes de enero con una afluencia de pateras ha superado la de ejercicios completos recientes, como 2016 o 2017.

CEAR y otras ONG que también han protestado por las expulsiones, como el Servicio Jesuita de Migraciones, no cuestionan la legalidad de ese mecanismo, pero sí que se aplique a ciudadanos de Mali, porque puede contravenir las instrucciones emitidas por Acnurrespecto a esa nación.

En agosto, ante la inestabilidad y la inseguridad que vive ese país del Sahel, Acnur instó a todos los estados a permitir el acceso a su territorio y facilitar la tramitación de solicitud de asilo a "todas las personas que huyen del conflicto de Mali".

"Ninguna persona procedente de las regiones afectadas por el conflicto debería ser devuelta de manera forzosa a Mali, puesto que el resto del país no debe ser considerado como una alternativa adecuada hasta el momento en que la situación de seguridad, el estado de derecho y los derechos humanos hayan mejorado significativamente en Mali", dice esa instrucción de la ONU.

Sin embargo, el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura del Defensor del Pueblo ha revelado que el pasado 27 de enero, España devolvió a Mauritania desde Tenerife Norte en un vuelo fletado por la Agencia Española de Fronteras (Frontex) a 42 inmigrantes, de ellos, 38 de Mali. Solo uno era mauritano y tres senegaleses.

Las ONG tienen información de que ese no ha sido el primer vuelo de ese tipo -algo que ha confirmado la Delegación del Gobierno- y, lo que más le preocupa, les constan reportes de que Mauritania expulsa después a Mali a los malienses que España le entrega.

"Condenamos esas devoluciones de personas de origen maliense. Constamos que esas personas, tras ser devueltas a Mauritania, luego son expulsadas a Mali. Y con respecto a Mali están claras las directrices que Acnur emitió el pasado mes de agosto", ha señalado a Efe en coordinardor de CEAR en Canarias, Juan Carlos Lorenzo.

Lorenzo subraya que, si España tiene conocimiento de que ese comportamiento de Mauritania, no debería entregarle a ningún maliense, porque todos los ciudadanos de ese país son suscepcibles en este momento de pedir asilo y, lo hayan pedido o no, no deben ser devueltos a un país en conflicto contra el criterio de la ONU.

Las ONG creen que la inestabilidad de Mali es una de las causas que están detrás del repunte del flujo de migrantes hacia Canarias a través de la llamada ruta atlántica, en viajes cada vez más largos y peligrosos, que a veces parten incluso desde Gambia.

Pero el trato que se de a los malienses que llegan a Canarias no es una cuestión menor, no solo por la opinión de la ONU, sino también por los números: Según datos de Acnur de 31 de diciembre, en estos momentos hay 56.662 refugiados malienses en Mauritania, 56.499 en Níger y 25.442 en Burkina Fasso.

A finales de 2019, cuando estaba claro que las llegadas de inmigrantes en cayuco iban a duplicarse con creces, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), pidió a Interior que agilizase las repatriaciones, pero dos de sus socios de Gobierno, Nueva Canarias y Podemos, ya se han desmarcado en lo que concierne a Mali y han criticado las devoluciones de nacionales de ese país.

El delegado del Gobierno, Juan Salvador León (PSOE), aseguró la semana pasada que si no se devolviera a las personas que llegan irregularmente a las Islas, se estaría enviando un mensaje que beneficiaría a las mafias que trafican con los inmigrantes.

"Creo que ese es un mensaje por afortunado", le responde el portavoz de CEAR, "no podemos centrar nuestras políticas migratorias solo en la seguridad (...). Por su puesto que la lucha contra las mafias debe ser un elemento transversal en la política migratoria, pero no podemos centrar nuestros esfuerzos solo en eso. El mal llamado efecto llamada para nosotros es un efecto huida".

Esta mañana, la Policía mauritana ha confirmado que el sábado interceptó un cayuco que salía de Nuadibú con rumbo a Canarias con 40 personas a bordo, en su mayoría malienses.