"Si los 34 entes públicos o las consejerías de Sanidad y Educación celebraran encuentros similares, el gasto sería inasumible", apuntó la ciudadana Vidina Espino. Según Francisco Moreno, la "inversión" en el ágape conmemorativo, estrategia de cohesión interna o celebración del "punto de inflexión" que vive la RTVC en los nuevos tiempos de luz tras tantos años de oscuridad -en explicación de Francisco Déniz- equivale a 54 euros por invitado. Eso si se toman como referencia los alrededor de 22.000 euros contantes y sonantes, pero a la empresa propietaria de Poema del Mar habrá que compensarla de algún modo por la rebaja de 7.000 euros, así que el coste es en realidad de unos 29.000, algo que reconoció el propio administrador único del ente autonómico. Así que ya no son 54 euros por persona, sino 72. Pero como tampoco asistieron los 400 invitados previstos, sino solo 280, resulta que el gasto (o "inversión") per cápita es en realidad de 104 euros. Son distintas formas de presentar numéricamente el mismo hecho, y algo parecido ocurrió en la comisión con las palabras.

También fue Espino la que sacó a colación la neolengua de la premonitoria 1984. En la neolengua una fiesta puede no ser una fiesta; un cóctel puede no ser un cóctel; y un ágape puede no ser un ágape. Todo puede ser un "acto de comunicación interna", que por más que se vista de conmemoración y de ejemplar estrategia de gestión de los recursos humanos -en argumentos de Podemos y el PSOE- resulta a ojos de la mayoría del Parlamento un "inoportuno" mal ejemplo. "Ya nos gustaría que todos los trabajadores del sector público pudieran reunirse, pero tendríamos un problema presupuestario", dijo Luis Campos. Solo haría falta gastar (o invertir) 6,2 millones, 104 euros por cada uno de los 60.000 empleados públicos.