Nueva Canarias exigió ayer al Gobierno de Pedro Sánchez la inmediata paralización de las devoluciones de migrantes malienses a Mauritania en vuelos desde Canarias, porque es "vox populi" que el destino final de estas personas es Mali, el país en guerra del que han huido. El portavoz de NC en el Parlamento regional, Luis Campos -cuyo partido es socio en el Gobierno canario del PSOE, Podemos y ASG-, reclamó además al ministro de Interior, Fernando Crande Marlaska, que se suspenda el sistema "carcelario" por el que se rigen los centros de internamiento de extranjeros (CIE) en Canarias, y sean lugares que alberguen a los migrantes pero no les priven de libertad durante su estancia en las Islas. Sostiene que no están en estos centros por haber cometido un delito, si acaso una falta administrativa, y hay otros inmigrantes de los que se hacen cargo ONG como Cruz Roja o CEAR que se encuentran en albergues, la Casa del Marino, pisos o incluso en hoteles, en total libertad.

NC recuerda que aunque es socio del PSOE en el Gobierno de Canarias, no está de acuerdo "en absoluto" con el proceder del Ministerio de Interior en las devoluciones de migrantes a otros países. Esta formación pone énfasis en que se ha de paralizar las deportaciones de ciudadanos que provienen de países en guerra, porque se trata de dar un "trato humanitario, no son contenedores ni frigoríficos". Se refiere a los 72 malienses devueltos en dos aviones desde las Islas a Mauritania. El ministro de Interior, Fernando Grande Marlsaka, defienda la legalidad de estas repatriaciones e insiste en que "no van a Mali, sino que van a Mauritania". Según Interior, el acuerdo bilateral en vigor entre España y Mauritania permite expulsar hacia ese país magrebí a migrantes de terceros países que hubieran llegado a España desde su territorio o transitado por él, como es el caso de los malienses retornados.

No obstante, la Agencia de la ONU para los Refugiados cambió sus directrices de protección el pasado verano para solicitar a los Estados que brinden refugio a los malienses que huyen de su país, lo que implica que España debería darles cierto grado de protección o, en su caso, Mauritania tras ser devueltos.

Según el diputado de NC, así como organizaciones como CEAR o fuentes de la seguridad mauritana consultadas por Efe, los migrantes llegados en los vuelos españoles hasta la ciudad mauritana de Nuadibú son inmediatamente conducidos en autobús hacia la frontera de Mali, un país en el que la violencia ha obligado a 350.000 personas a abandonar sus hogares. Para NC, retornarlos a Mauritania es como si España los devolviera directamente a Mali.

Al respecto, el ministro de Interior argumenta que los que han devuelto a Mauritania han podido ejercitar su derecho de protección internacional. Sin embargo, en una información publicada ayer en El País, uno de los malíes devueltos a Mauritania en avión el pasado 20 de enero, Mody Cissoko, de 23 años, cuenta que lo sacaron del CIE de la capital grancanaria de madrugada, lo trasladaron a Mauritania y, una vez allí, las autoridades de ese país lo llevaron a la frontera de Mali. Denuncia que no sabía que tenía derecho a solicitar asilo, porque lógicamente lo hubiera hecho, y expone que los papeles que les dieron en el CIE para informarse sobre sus derechos no los entendieron bien y algunos no sabían ni leer. Una abogada de oficio reconoce que no le dio tiempo a explicarles el proceso porque todo fue muy rápido y tuvieron problemas, incluso, con el intérprete.

Tanto Luis Campos como Manuel Marrero, portavoz de Podemos en el Parlamento regional, cuestionan si los migrantes reciben una buen asesoramiento sobre sus derechos. Grande Marlaska viene a Las Palmas de Gran Canaria el próximo jueves para tratar sobre la crisis migratoria con el presidente canario, el socialista Ángel Víctor Torres.