Años antes de que el número dos de Vox, Javier Ortega Smith, levantase la polémica por su participación en unas prácticas de tiro en una base militar, un político canario había descubierto que disparar a una diana podía ser un deporte tan completo y gratificante como los muchos que había practicado hasta entonces. Pero lo de Alberto Bernabé, consejero de Coalición Canaria en el Cabildo de Tenerife y campeón de España de minirrifle, no son los juegos de guerra de Smith. "El arma es secundaria", dice. Su pasión por esta disciplina deportiva lo ha llevado muy lejos: nada menos que a campeón de España.

Bernabé ha sido, entre otras responsabilidades políticas, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y consejero de Turismo del Cabildo tinerfeño, institución en la que ahora ejerce la oposición, pero también es un deportista consumado. Natación, correr o squash han sido algunas de sus aficiones. Pero hace unos quince años, y casi por azar, se topó con el que desde entonces se convirtió en su práctica favorita y en la que ha llegado más lejos. El momento álgido, por el momento, de su trayectoria deportiva, se produjo hace solo unos meses, cuando se proclamó campeón de España de recorridos de tiro con minirrifle, una modalidad que consiste en completar un circuito en el menor tiempo posible y con la mayor puntería. "Ese equilibrio entre velocidad y precisión me atrajo", recuerda.

Unos meses después de que Bernabé conquistase ese trofeo, un vídeo difundido a través de Twitter mostraba a Javier Ortega Smith, disparando con un rifle de asalto durante una visita a una base del Ejército en Murcia. La imagen del secretario general de Vox y portavoz del partido en el Ayuntamiento de Madrid emulando al personaje de alguna película de acción estadounidense -"Este es un hijo de puta del Daesh; habría que cargárselo", se le escucha decir- ha dado la vuelta a España y ha dado motivo, incluso, a una investigación por parte del Ministerio de Defensa.

Pero nada más lejos de la actitud belicista de Ortega Smith -que fue miembro durante un año de la Compañía de Operaciones Especiales, conocida como los boinas verdes españoles- que la forma en que Bernabé afronta su deporte predilecto. "Todo lo que ocurra fuera del binomio armas-deporte -salvo las Fuerzas Armadas o los cuerpos policiales, por quienes tengo un respeto enorme- no me interesa", asegura. De hecho, opina que "cualquier estereotipo que tenga que ver con matar terroristas, lo que no corresponde a los civiles, y menos aún a los políticos", contribuye a generar un estigma para los que, como él, solo asocian el mundo de las armas a la práctica deportiva.

Y es que Bernabé es consciente de que todo lo relacionado con las armas es mirado a veces con ciertas suspicacias -aunque él personalmente no las ha sentido-, pero se pregunta si ocurre lo mismo con quienes practican tiro al plato u otras disciplinas similares. Él mismo responde: no. En su modalidad, explica, "solo se tiene en cuenta el deporte". De hecho, prosigue, "el arma es absolutamente secundaria". "Es un deporte, como pueden serlo el parapente y la natación, pero el instrumento es el arma", sentencia.

El encuentro del político nacionalista con el deporte del tiro se produjo en unas circunstancias atípicas. Fue durante una edición de la Feria Internacional del Turismo (Fitur), en Madrid, cuando ejercía su labor en Turismo de Tenerife. Allí conoció al cineasta Teodoro Ríos, autor de, entre otros films, Guarapo junto a su hermano Santiago. El director le contó su afición por el tiro y a Bernabé se le activaron los recuerdos infantiles de los juegos con la escopeta de balines.

"Yo desconocía que en Tenerife hubiera infraestructura para practicar", confiesa. No solo pudo comprobar que la había, sino que a partir de su primera visita a una de ellas, invitado por Ríos, pasaría infinidad de horas en estas instalaciones. "Me gustó muchísimo", rememora.

Su evolución desde entonces ha sido imparable. Ha pasado de unas modalidades a otras y ha acudido a campeonatos de Europa -al menos a uno al año-, que se celebran en los países nórdicos, donde este deporte goza de gran popularidad, y también a torneos nacionales, con resultados cada vez mejores, hasta llegar el pasado otoño a la consecución del título de campeón de España de su disciplina.

Con modestia, puntualiza que, al celebrarse el torneo en Tenerife, registró menos participación que otros que han tenido lugar en territorio peninsular. "Hubo algún figura que no vino y eso me puso las cosas mucho más fáciles. No voy a mentir", admite.

Los alicientes que ha encontrado Alberto Bernabé en el tiro son varios. "Me saca de la rutina", explica. También le ha permitido entrar en contacto con gente que se encuentra fuera de su actividad cotidiana y hacer nuevas amistades. La posibilidad de viajar con frecuencia es otro estímulo, como también lo es el propio progreso que ha alcanzado a lo largo de su década y media de trayectoria. "Te motiva para seguir entrenando". Además, elabora su propia munición, haciendo pruebas en una especie de "I+D poco habitual en otros deportes", lo que le permite llevar su afición a casa.