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Entrevista | Ana Oramas

"Si Román Rodríguez diera un paso a un lado facilitaría mucho la unidad nacionalista"

"ATI no existe y no volverá a existir. Aquí solo cabe la defensa del nacionalismo", enfatiza la diputada nacional de Coalición Canaria

La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas. ANDRÉS GUTIÉRREZ

¿Después de la tempestad llega la calma o una tregua?

Llega defender con unidad los asuntos que constituyen una prioridad para la agenda canaria. Eso es lo que quieren los habitantes del Archipiélago. Gestionar todo lo que sucedió en torno a mi voto en la sesión de investidura de Pedro Sánchez fue muy complicado. Yo he pasado página. Hice lo que tenía que hacer, es decir, respetar la palabra que les había dado a los ciudadanos que confiaron en CC, pero cometí el fallo de no haberlo tratado internamente de otra forma. Soy una mujer de partido y sé que mi decisión colocó a muchos compañeros en una posición difícil.

¿Tuvo que dar muchas explicaciones?

Las que ofrecí en el Consejo Político. Nuestro voto no era decisivo para que hubiera investidura y no se tuvieran que repetir las elecciones; tanto yo como CC prometimos que nunca apoyaríamos a un gobierno en el que estuvieran el PP y Vox, ni a uno del PSOE con Podemos, y mucho menos a uno en el que estuvieran Bildu y Esquerra, y los socialistas nunca quisieron cerrar ni un solo compromiso con las Islas. Comprendo que en Canarias los integrantes de la Ejecutiva pudieran pensar que una abstención significaba no apoyar a Sánchez, pero por lo que yo percibía en el debate nacional abstenerse en segunda votación era respaldar al candidato del PSOE. Eso no quiere decir que CC se haya posicionado para siempre en el bando de la oposición.

¿Qué diferencias hay entre el "no es no" de Sánchez y su "¡no, no y mil veces no!"?

CC continúa en el mismo punto que explicamos a nuestros votantes y Sánchez nos llevó a unas elecciones porque dijo que no podía admitir a Podemos en el Gobierno; también declaró que él jamás pactaría con Bildu y Esquerra. Él es el que ha cambiado su posición, no CC.

¿Cuándo fue consciente de la gravedad de aquella decisión?

Lo fui desde el principio, pero la coherencia, haber comprometido mi palabra y los valores que aprendí durante los años que llevo en política no tienen precio. Yo tenía una gran serenidad moral; también el disgusto de no haber podido convencer al máximo órgano de mi partido. Me sentí tranquila porque alcaldes y exalcaldes del consejo político de Tenerife y de otras islas creían que debía votar no. Esos alcaldes, los interventores, las bases de CC, la ciudadanía entendieron que apoyar gratis al PSOE tras expulsarnos de todos los gobiernos no era lógico... ¿Por qué había que regalarles un voto de confianza a los que nos echaron de los ayuntamientos en los que no tuvimos mayoría o de los cabildos que ganó CC?

¿Se ha sentido maltratada?

No, no... Al revés, creo que he recibido el respeto de todas las organizaciones insulares y por la nacional de mi partido. Me aplicaron las sanciones disciplinarias que se recogen en el Parlamento de Canarias, pero sí que me gustaría recordar algo: cuando el PSOE facilitó la investidura a Mariano Rajoy, quince de sus diputados desobedecieron las órdenes del partido, entre ellos la actual presidenta del Congreso, solo hubo una sanción económica. Lo mismo sucedió cuando un grupo de diputados del PP rompió la disciplina de voto y no apoyó la ley del divorcio o la del aborto.

¿La pagó usted?

Inmediatamente...

Se lo pregunto porque cuando se conoció la sanción no faltaron los comentarios jocosos.

Ya está pagada: no fue necesario abrir ninguna colecta, la pagué yo.Fui yo la que incumplió las directrices de mi partido.

Ha dicho que no se sintió especialmente maltratada.

No, lo de especialmente no lo he dicho.

Bueno, perdón, que no se sintió maltratada. ¿Lo de traicionada, entonces, lo eliminamos?

No hubo ninguna traición. Fui al Consejo Político Nacional de CC, expliqué cuáles habían sido mis razones a más de un centenar de personas, me escucharon con respeto y acepté la sanción.

José Miguel Barragán, Mario Cabrera o David de la Hoz criticaron su comportamiento fuera de los órganos de discusión del partido. Es una impresión personal, pero da la sensación de que la estaban esperando en la bajadita.

No creo que hubiera algo personal. Por primera vez en los últimos 30 años he tenido un problema de conciencia. No seguí las directrices de mi partido y entiendo su malestar. No creo que haya nada más. Todos hemos pasado página y ahora solo nos preocupa corregir las carencias que existen en el Archipiélago.

¿Ni siquiera se sintió molesta con los tuits de Barragán?

Esa semana estuve muy serena y tranquila. Yo he pasado página.

¿O con los que en la trastienda del partido pidieron su expulsión?

Yo cometí un error, di explicaciones y pagué la multa. Todo lo demás no ayuda a normalizar la situación. También debo decir que recibí muchas muestras de apoyo.

¿Una vez superado lo que vino después del difícil trance de la sesión de investidura se siente liberada para votar en base a su conciencia?

Yo siempre consulto a mi partido. Incluso, hay asuntos que creía que debían resolverse de una manera y en CC decidieron que mi voto tenía que ir en la dirección contraria. Nunca había tenido un problema de conciencia; si yo me abstenía, estaba faltando a la palabra comprometida. Por eso mi voto fue no.

¿En CC alguien tiene que dar un grito y ordenar el patio?

Una cosa no tiene nada que ver con la otra. El partido sabe resolver sus problemas y lo va a demostrar en el próximo congreso.

¿CC es un partido de centroderecha?

Es un partido nacionalista, una formación política con gente que viene del independentismo, del liberalismo y de la izquierda. Nosotros no estamos en el debate izquierda o derecha, a CC solo lo mueve la defensa de los intereses del Archipiélago.

En la provincia oriental hay voces que están por la labor de buscar un acercamiento con el PSOE-PSC.

Menos en los dos últimos años, en los seis anteriores CC gobernó con el PSOE, ¿no? Esa coalición se dio en el Cabildo de Tenerife en las dos anteriores legislaturas. ¿De qué estamos hablando? Yo en Madrid he apoyado más años al Partido Socialista que al Partido Popular; más presupuestos del PSOE que del PP. En el último año y medio de gobierno del señor Sánchez nosotros respaldamos todos los decretos que fueron al Congreso, excepto los PGE porque eliminaban las partidas comprometidas con Canarias. No sé de lo que están hablando. El que gobernó con el PP fue Paulino Rivero.

¿Fernando Clavijo sigue siendo el líder de Coalición?

CC tiene gente de peso en todas las islas, pero nuestro líder es Fernando Clavijo. Este es un partido en el que la idea de grupo siempre ha estado por delante de los individualismos. Nadie duda en el seno del partido de que nuestro líder político en esta etapa del siglo XXI es él.

¿El secretario general de CC debería ser, a su vez, el candidato a la presidencia regional?

Paulino fue el último secretario general y presidente. Después del último congreso tenemos el modelo del PNV. Ahora los estatutos del partido no contemplan esa opción.

Algunos, incluso, vieron esta crisis como un camino de retorno hacia lo que fue ATI.

Pues se equivocaron. ATI no existe y no volverá a existir. Yo he leído informaciones en esa dirección, pero eso no va a ninguna parte. Aquí solo cabe la defensa del nacionalismo. En CC hoy nadie te señala por ser de ATI, de ICAN o de API. Ni en Tenerife, ni en Gran Canaria, ni en Lanzarote perdemos el tiempo para recordar lo que fuimos sino para construir lo que somos y, sobre todo, lo que seremos. El todos contra CC nos hará mucho más fuertes; el PNV volvió tras ser derrotado. El nacionalismo canario tiene capacidad para aportar soluciones a los problemas del siglo XXI.

Primero tendrá que reorganizar sus estructuras, ¿no?

Los partidos pasan por diferentes etapas y es evidente que para CC ha sido difícil verse desplazada de todas las instituciones por una serie de pactos que no se han dado en el resto de la geografía española. En La Palma, por ejemplo, nos separó una alianza entre el PSOE y el PP, en Tenerife lo arreglaron los socialistas con Ciudadanos y Podemos. NC también fue un cooperador necesario para que el PSOE-PSC llegara a la presidencia del Gobierno. Ese todos contra CC nos hizo daño, pero ya se están tomando las medidas oportunas para recuperar los espacios políticos de los que fuimos expulsados. Esta etapa va a posibilitar que los mejores baluartes de CC, que hasta hace nada tenían que compatibilizar la gestión y el partido, puedan dedicarse con más ahínco a defender el proyecto nacionalista. Insisto, al PNV le pasó algo parecido con aquel acuerdo que cerraron el PSOE y el PP. En las siguientes elecciones el Partido Nacionalista Vasco arrasó en todas las instituciones en las que había sido expulsado. Los instantes difíciles son una oportunidad para renacer. Esto viene acompañado por un cambio de mentalidad que hay que saber llevar; es muy distinto ser el líder de la oposición que ser alcalde o presidente del Cabildo. Los ciudadanos son los que sufren el desastre que está siendo el Gobierno de Canarias, el descontrol que se evidencia en los cabildos y la ausencia de proyectos en ayuntamientos que están gestionados por una mezcla política sin estrategia en los que su único propósito era cargarse a Coalición.

¿En qué punto está la reconstrucción de Coalición Canaria?

El congreso regional será clave para fijar cómo nos tenemos que organizar para volver a liderar las instituciones del Archipiélago. Sin directrices impuestas desde Madrid sabremos modernizar a Coalición Canaria sin injerencias incómodas.

Usted apunta que su "prioridad es defender Canarias desde Madrid", ¿pero esa misión la podría realizar en un futuro desde las Islas?

No, no, no... Mi etapa en las instituciones canarias ya la viví. Estuve en el Gobierno de Manuel Hermoso, fui alcaldesa de La Laguna y ahora tengo un trabajo apasionante que es defender los intereses de mi tierra en el Congreso. Canarias es una etapa cerrada para mí, todo esto acabará en Madrid. Creíamos que con la aprobación del Estatuto y el REF ya estaba todo hecho, pero si no hay una exigencia, que el ejecutivo de Torres y Rodríguez no la tiene porque están doblegados a Pedro Sánchez, eso es papel mojado. Ninguno de ellos está siendo reivindicativo, no son exigentes y se plantan cuando las cosas no van bien para Canarias. Todo se reduce a un puñado de fotos y reuniones en las que no se abordan las realidades que afectan día a día al Archipiélago.

¿Cuando señala que Román Rodríguez se está doblegando a Sánchez quiere decir que no está ejerciendo de nacionalista?

Yo no voy a entrar a realizar ese tipo de valoraciones. Lo que sí he dicho en distintas fases de la entrevista es que NC ha expulsado a CC de varias instituciones, no solo del Gobierno de Canarias.

No quiero caer pesado, ¿pero siendo una mujer de partido no "obedecería" el encargo de realizar un último esfuerzo político en Canarias?

Mi vida política va a acabar como diputada nacional. En ningún caso me planteo la posibilidad de volver a Canarias.

¿Cómo es su relación con NC?

¿En Madrid? Las relaciones políticas y personales de Pedro Quevedo y mías son magníficas. Estamos presentando iniciativas separadas, pero las importantes para el Archipiélago las defenderemos de manera conjunta. La mediana con Marruecos y la definición de las aguas territoriales las voy a defender yo (esta semana), porque una vez le toca a él y otra a mí, pero esa posición es fruto de un acuerdo al cien por cien. Él está de portavoz en la comisión de Fomento, yo en la que afecta a los asuntos de Agricultura, Presupuestos y Pacto de Toledo. Los dos tenemos claro que la negociación de las nuevas cuentas para Canarias va a suponer un antes y un después. Al margen de las cosas que ocurren aquí y las frases que dicen los líderes de los partidos, con Quevedo me llevo bien y nos vamos a entender, pero aquí es diferente.

¿Y en Canarias deberían estar más unidos?

NC está gobernando y nosotros no; nos ha desplazado del Gobierno y CC está realizando una oposición leal y dura.

¿Cuál es su posición en torno a la confluencia nacionalista?

Coalición siempre ha estado a favor de la confluencia nacionalista, los que se han ido y la han roto son otros. Yo estoy de acuerdo en facilitar la unidad del nacionalismo mientras no sea un proyecto personal. Digo esto porque cuando CC era la primera fuerza política en Canarias y teníamos un grupo parlamentario en Madrid, Román Rodríguez no quiso aceptar que Adán Martín fuera presidente del Gobierno y que él se quedara como vicepresidente. Este enfado le llevó a fundar un partido. Él fue capaz de romper y dividir la fuerza política que había en Canarias en su mejor momento. Eso provocó, a su vez, una ruptura en el grupo parlamentario en Madrid y ese sinsentido nos obligó a irnos al Grupo Mixto.

¿Después de esa fractura hubo un nuevo acercamiento entre CC y NC?

Sí, años después volvimos a ir unidos en materia de política nacional. Durante cuatro años Pedro Quevedo (NC) y yo mantuvimos una relación y posicionamientos conjuntos en favor del Archipiélago magníficos. Cuando todos pensamos que los avances alrededor de la confluencia nacionalista se habían producido de una manera normal nos enteramos por un periódico de que NC había decidido ir con el PSOE a las Elecciones Generales. Ellos son los que volvieron a romper el camino hacia la confluencia nacionalista. Hace año y medio, como sabemos todos, NC intentó ir de nuevo con el PSOE y los socialistas le dijeron que no. Pero no contentos con ese rechazo político también negociaron con Más País hasta que el señor Errejón les dijo que no. A partir de ese momento se acordó que CC y NC fueran juntas a las nacionales.

¿Tampoco parece que esa unidad vaya a ser duradera?

Si no lo es, será porque el señor Román Rodríguez ha sido el que se ha unido a otras fuerzaspolíticas para impedir que el nacionalismo gobierne en Canarias. Él es el que juntó al PSOE-PSC y Podemos para expulsar a CC de muchas instituciones del Archipiélago. Esos movimientos no solo afectan al Gobierno regional, sino a cabildos y ayuntamientos de las siete Islas. ¿Aquí estamos hablando de una confluencia de un nacionalismo fuerte y unido, que todos coincidimos que sería importante para Canarias, o que alguien tenga un proyecto personal para ser presidente del Gobierno?

Sus reflexiones señalan a Román Rodríguez como principal responsable de que esa unidad del nacionalismo aún no se haya materializado.

Yo estoy a favor de la confluencia, no de los proyectos y descalificaciones personales a tus posibles contrincantes en la carrera hacia la unión del nacionalismo. ¿Sabe cuál es el problema principal?

¿Cuál?

Yo soy, quizás, la última política que queda dentro de CC en primera fila y en la ejecutiva nacional que pertenecía a la generación del nacionalismo canario de hace 30 años. Yo no aspiro a nada en política, más que acabar mi carrera en Madrid mientras mi partido me considere útil. En la política autonómica el único de mi generación es Román Rodríguez y, seguramente, si él diera un paso a un lado, facilitaría mucho la confluencia nacionalista. Los liderazgos de todos los partidos, tanto nacionales como canarios, están en manos de gente de otra generación; personas que no vivieron lo que fue ICAN, ATI, CCN, API... NC cuando habla de confluencia habla del proyecto personal de Román Rodríguez.

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