Hasta hace unos días era vicesecretario de Comunicación de Vox en Las Palmas, formación con la que concurrió sin éxito al Parlamento autonómico por la isla de Gran Canaria en mayo del año pasado. Carmelo González ha decidido ponerse al frente de la candidatura, la única que se conoce hasta el momento, que disputará a Santiago Abascal el timón de la extrema derecha española.
Asegura que lo hace "desde la máxima lealtad" al partido y el "máximo respeto" a quienes hasta el momento lo han dirigido. Sin embargo, considera que los logros cosechados hasta la fecha no pueden servir para ocultar carencias graves como la inexistencia de una estructura que garantice la pervivencia de Vox cuando las actualmente orondas vacas se tornen flacas.
"El partido ha crecido de una manera importantísima", explica este médico nacido en la capital grancanaria en 1960 y que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el ámbito de la industria farmacéutica. A pesar de su fulgurante éxito, la formación no cuenta, sin embargo, "con implantación ni en el 30% del país". Más claro con un ejemplo, ni siquiera en Las Palmas de Gran Canaria existe una coordinadora municipal.
Cita los ejemplos de "UPyD y Ciudadanos" (Cs) como los de formaciones a las que un día les fue bien en mayor o menor medida para desaparecer de un plumazo cuando el electorado les puso la proa; "bueno Cs no ha desaparecido aún", matiza González. El propósito del movimiento que encabeza es tener "comités ejecutivos en el 80% de los municipios de España este mismo año y en el cien por cien, el próximo".
Esta es una de las principales premisas que desea colocar sobre la mesa la corriente alternativa a Abascal en la que se ha empotrado. ¿Por qué justo en la punta de lanza? "Desde Cádiz me ofrecieron colocarme al frente, lo pensé y decidí aceptar", expone.
Búsqueda de avales
El último fin de semana asegura que lo ha pasado en contacto permanente con los integrantes de esta candidatura que residen en Barcelona, Sevilla, Cádiz...; "y Murcia, donde ganamos las elecciones generales", enfatiza.
El objetivo es recolectar los 5.000 avales que se exigen a todo aquel que quiera optar a comandar la que hoy es tercera fuerza en el Congreso de los Diputados. No parece tarea sencilla, por cuanto hoy se abre el plazo para la presentación de esos apoyos y hay solo cuatro días para completar el cupo. Por todos esos contactos mantenidos durante los días pasados, Carmelo González tiene la impresión de que el sábado su candidatura obtendrá la proclamación oficial.
"Tenemos más de 5.000 compromisos, personas que nos han asegurado que nos van a dar su apoyo", detalla. A partir de ahí, siempre incidiendo en el "respeto absoluto" que le merecen quienes hasta la fecha han sido las caras visibles de la formación, relata una serie de flaquezas que presenta el proceso congresual; otro de los aspectos que pretende mejorar.
"La cifra de 5.000 avales sale de calcular el 10% del total de los militantes que están al corriente de pago. Nosotros no contamos con los datos exactos, pero estimamos que 10.000 es una cifra realista, con lo que la exigencia de avales quedaría en 1.000", explica el hombre que se ha convertido en alternativa a Abascal. "No lo podemos demostrar", reconoce.
Las quejas a priori no se detienen en ese punto. Tampoco gusta que el único modo de presentar los avales sea a través de una plataforma on line, algo que, en su opinión, hurta el derecho de participación a un número indeterminado de miembros del partido. También algo que tendrá en cuenta si logra desplazar del cargo al hasta ahora presidente de Vox.
En caso de conseguir cubrir el número de avales exigido, el próximo lunes dará comienzo la campaña. "Estará muy volcada en las redes sociales, pero no dejaremos de acudir a Madrid y a otras grandes ciudades para exponer nuestras propuestas", relata. Además, el comité electoral pondrá a su disposición el listado de direcciones electrónicas de los integrantes de la formación, a los que se remitirá "un único correo" para hacerles llegar "el programa".
Una de las cuestiones que este recoge es un "cierto de nivel de profesionalización" y la inversión para tejer la estructura sólida que la corriente que comanda González considera necesaria. Poner en pie esos pilares necesita de personas dedicadas por entero a ello y el protocandidato aclara que eso no impide en absoluto continuar a la carga contra quienes, desde otras formaciones, han pasado toda la vida cobrando del erario público.
También existe un motor filosófico para los que se nuclean en torno a la idea que este grancanario ha decidido defender desde la primera línea. Tiene la autocrítica como palanca y será lo que probablemente más escueza al establishment carpetovetónico.
Carmelo González lo expresa así: "Más allá de lo que algunos medios quieran manipular nuestro mensaje, es verdad que en cuestiones como la igualdad entre hombres y mujeres, violencia de género, asuntos LGTBi o el aborto se puede comunicar más en consonancia con una sociedad española que se ha modernizado", sostiene.
Eso anteponiendo siempre que desde el primero hasta el último integrante de la candidatura firman y hacen suyo el programa de Vox, lo que no le impide admitir que por el camino que han seguido hasta el momento, ellos mismos han "contribuido a generar esa imagen de ultras".
A la vista de la irrupción de esta corriente puede interpretarse que en la ultraderecha parlamentaria las filas no están tan prietas como aparentan. "No hay ninguna herida ni la va a haber; no me voy a marchar del partido si no conseguimos nuestro propósito ni se me ocurriría prescindir de nadie en caso contrario", recalca González.
¿Tendrá el mismo sentido de la gracia política para con el rival batido Santiago Abascal? Sirva como simple dato a tener en cuenta que nada más conocer la existencia de una lista alternativa, desde Madrid se consideró necesario apartar a González de su cargo de vicesecretario de Comunicación de la provincia de Las Palmas.
"Me dijeron que no podía seguir porque podría suponer una ventaja de cara a la presencia en medios de comunicación", señala el líder alternativo. ¿Más de la que propicia y logra Abascal? A pesar de sonar a chiste, Carmelo González resta importancia al suceso: "No estoy de acuerdo y tampoco con que me lo comuniquen por Whatssapp, pero lo acepto con deportividad, de hecho me han dejado la puerta abierta para volver al cargo", sostiene.
