La socialista canaria Carolina Darias acaba de cumplir sus primeras cinco semanas como ministra de Política Territorial y Función Pública, pero por su agenda política y exposición públicas pareciera que lleva bastante más tiempo en el cargo, que asumió el 13 de enero. Aunque su perfil de política prudente y su habilidad para sortear los charcos político le alejan de los focos más mediáticos, su actividad al frente del departamento que le ha confiado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido intensa y de una notable relevancia. Desde el anonimato con el que presentaba en Madrid para los medios políticos y periodísticos de la capital, la veterana política canaria ha logrado en tiempo récord un cierto protagonismo públicos.
La nueva responsabilidad ha llevado a la exconsejera de Economía del Gobierno de Canarias a participar ya en distintos encuentros, reuniones o acuerdos importantes, y ha sido citada como una pieza clave en la estrategia que ha emprendido el nuevo Ejecutivo en algunos de los asuntos centrales de la legislatura como son la política territorial, el diálogo con Cataluña, y las relaciones con el resto de comunidades autónomas y administraciones territoriales, sin olvidar todo lo que tiene que ver con la gestión interna de la Administración del Estado y de sus trabajadores.
El último de sus actos públicos la trajo precisamente a las Islas para la toma de posesión, el lunes, de Anselmo Pestana como Delegado del Gobierno en Canarias, primer acto que Darias protagonizaba aquí como ministra y que ella aprovechó para adelantar que pronto iniciará la negociación con el Gobierno regional para el traspaso de las competencias que incorpora el nuevo Estatuto de Autonomía.
Pero fue en el ámbito de la Función Pública en el que se estrenó en el cargo nada más tomar posesión, llevando al Consejo de Ministros el 21 de enero, en su segunda reunión tras la formación del nuevo Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, el decreto ley para la subida de un 2 % del sueldo de los funcionarios.
El principal expositor político y mediático de la ministra canaria en este tiempo ha sido, sin embargo, su participación, acompañando a Pedro Sánchez, en la visita que éste hizo a Barcelona para entrevistarse con el presidente de la Generalitat, Quim Torra.
Aunque Darias no estuvo presente en la reunión, sí abrió camino para ser reconocida, también en territorio soberanista, como integrante de la Mesa de Diálogo que los gobiernos de España y de Cataluña han acordado crear para afrontar el conflicto político en esa comunidad derivado del fracaso procés independentista catalán de octubre del 2017. La ministra canaria acompañará en esas reuniones, la primera de ellas antes de que acabe febrero, a la vicepresidenta primera del Ejecutivo central, Carmen Calvo, y al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.
Darias se ha limitado hasta ahora a subrayar lo que sobre este asunto han señalado tanto Sánchez como Calvo, lo que ha llevado a algunos medios de comunicación catalanes a preguntarse por el papel que está jugando o que jugará en el futuro. Uno de ellos, de clara tendencia independentista, el diario Ara, le dedicaba hace unos días un perfil titulado Carolina Darias, la ministra 'invisible' que liderará la negociación. "No se la ha escuchado ante los micrófonos, y con esfuerzo aparece en la foto, pero ha sido la escudera de Pedro Sánchez en sus reuniones en Cataluña para iniciar la nueva etapa de diálogo", resaltaba el diario. Además de referir un pequeño currículum político de la socialista canaria, el periódico mencionaba la frase con la que Darias se identifica en su perfil de Twitter ("Si nos lo proponemos... habrá muchas islas") para completar de la siguiente manera la semblanza en catalán: "El tiempo dirá si como ministra encontrará tierra firme o naufragará en el tsunami del procés".
Previamente a ese viaje a Barcelona, había protagonizado, el 5 de febrero, otro acto de calado político relacionado con la agenda territorial del Gobierno central al firmar junto al consejero vasco de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, un acuerdo para el traspaso al País Vasco de competencias en una treintena de materias, uno de los puntos incluidos en el acuerdo entre el PNV y el PSOE para el apoyo de los seis diputados del partido jeltzale a la investidura de Sánchez. Todo un mensaje sobre el sentido del encargo que tiene como ministra en el nuevo contexto político.
En las últimas semanas, la ministra ha participado también en dos importantes reuniones sectoriales entre el Estado y las distintas administraciones territoriales para la conformación de la senda de estabilidad financiera para este año como paso previo a la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado del 2020. Aunque la voz cantante del Gobierno central en esas reuniones corresponde a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, Darias ha tenido la oportunidad de conocer la dinámica del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en las relaciones entre el Estado y las comunidades autónomas, y de la Comisión Nacional de la Administración Local (CNAL). Fue un primer tanteo con quienes serán sus principales interlocutores desde el Ministerio.
Ella, que defendía la flexibilización de la regla de gasto cuando estaba en el Ejecutivo canario, se ve obligada ahora a asumir las posiciones de Montero, la responsable de marcar los criterios estatales en este sentido y también cambiantes respecto a su etapa de consejera de Hacienda de Andalucía. La ministra canaria tendrá que afrontar en unos meses la compleja negociación del nuevo sistema de financiación autonómica en el seno del CPFF, lo que podría acarrearle también algunas contradicciones respecto a lo que defendía desde Canarias.
El papel de Darias se ha visto reforzado políticamente también en clave interna del PSOE al ser incorporada por el propio Sánchez a la comisión permanente de la Ejecutiva del partido, junto a otros tres miembros del Gobierno.
En su papel creciente de ministra comodín, la política grancanaria se vio obligada además a participar en la campaña de defensa del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, por su polémica reunión con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas. Así, en la primera sesión de control de la legislatura al Ejecutivo la semana pasada, se estrenó en esas lides parlamentarias contestando a una pregunta del PP, ocasión que aprovechó para insistir en su mensaje de "diálogo" con el que quiere ejercer el cargo, y para mostrar una vez más sus habilidades dialécticas para no decir ni una palabra inconveniente y, sobre todo, ni una palabra de más.
