Gran Canaria acogerá un proyecto piloto de investigación para mejorar la tecnología que se emplea en la desalación de aguas. La iniciativa, que estará financiada con fondos europeos (85%) y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) (15%), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, se llevará a cabo en una planta desaladora de la isla en un plazo de dos años y con inversión estimada de 20 millones de euros.

Para llevar adelante este proyecto, por el que se han interesado cerca de medio centenar de empresas, el CDTI ha convocado una consulta preliminar del mercado (CPM) con el fin de conocer el grado de desarrollo de la tecnología en el ámbito de la desalinización de agua de mar, según explicó Sergio Capitán, responsable del centro. Así, una vez que el CDTI conozca las distintas propuestas y cómo está el mercado en el campo de la desalación a través de la citada consulta, que concluirá el 9 de marzo, procederá a la licitación del proyecto que se desarrollará en Gran Canaria.

El objetivo de este estudio es mejorar la calidad del agua desalada, abaratar los costes de producción, reducir el consumo de energía e incrementar el volumen de rendimiento de estas plantas. El proyecto deberá estar concluido y probado antes de 2022.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, destacó la importancia de esta iniciativa para la Isla porque es necesario seguir avanzando en el desarrollo de sistemas más eficientes para la desalación de aguas, un campo en el que Canarias lleva trabajando desde los años setenta obligada por su escasez. Según Morales, este estudio puede situar de nuevo a las Islas en la vanguardia de la desalación.

En Gran Canaria, el 50% del agua para el consumo humano se obtiene de las plantas desaladoras, pero con el cambio climático habrá más sequía. Morales insistió, por ello, en la importancia de avanzar en estas tecnologías para poder garantizar el abastecimiento doméstico y el destinado al riego. Sobre el uso agrícola, el presidente del Cabildo incidió también en que es preciso avanzar en la depuración de las aguas residuales hasta lograr el 100%, pues en la actualidad solo se llega al 50%.