El vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, espera que la aprobación de los objetivos de estabilidad presupuestaria (déficit y deuda pública) y el techo de gasto para 2020 en el Congreso de los Diputados suponga un paso hacia unos nuevos presupuestos generales del Estado que podrán añadir a las cuentas canarias del presente año unos 200 millones de euros.

Este primer paso, señala Rodríguez, ha sido posible "gracias a que antes se consiguió desbloquear la situación política española en la investidura del 7 de enero" con ese mismo respaldo y significa que "se ha cumplido la condición previa para tener unos nuevos presupuestos estatales este año". "Se está cumpliendo esa tarea, en la que vamos a reclamar los derechos y fueros de las Islas, en particular, los programas sociales y económicos del REF que han de consignarse porque nos corresponden", afirma en un comunicado.

Esos programas, expone, habrán de concretarse con el Plan Integral de Empleo, el Plan de Infraestructuras Turísticas, el Plan de Lucha contra la Pobreza, el agua para riego agrícola, el Plan de Infraestructuras Educativas o el Posei adicional. Además, el vicepresidente recuerda que los presupuestos estatales de este año también deberán incluir las anualidades de los convenios vigentes y uno nuevo de obras hidráulicas. En este ámbito, el vicepresidente canario esgrime como asignaturas pendientes la reprogramación de los 485 millones de euros del convenio de carreteras pactada por Nueva Canarias con el PSOE en el acuerdo de investidura y la flexibilización para utilizar los otros 500 millones de ese capítulo que están anclados al superávit.

Rodríguez recuerda que, aparte de aprobarse los objetivos presupuestarios para 2020, "que no nos afectan porque no tenemos déficit y nuestra deuda está contenida", el Congreso de los Diputados respaldó un techo de gasto de 127.609 millones de euros para el año en curso y de 131.437 para el próximo ejercicio, lo que representaría dos aumentos consecutivos que dan más margen al Gobierno del Estado para atender las demandas de las comunidades autónomas.

Desde Canarias se reclama que la nueva senda de estabilidad esté acompañada por un calendario para la reforma de la regla de gasto y el desbloqueo del superávit, de tal forma que se permita a las administraciones cumplidores -como es el caso del Gobierno canario, cabildos y ayuntamientos de las Islas- emplear el dinero que tiene inmovilizado en los bancos en servicios públicos esenciales, inversiones o programas de empleo.