Canarias superó ayer los 1.200 migrantes llegados en patera a través de la ruta del Atlántico, que a mitad del año pasado se reactivó tras un aumento de la vigilancia en el Mediterráneo. No obstante, en los dos primeros meses de este 2020 el incremento de la migración irregular es del 1.306%, según datos publicados ayer por el Ministerio de Interior.

En los primeros sesenta días del año, las autoridades han interceptado a 1.181 personas que trataron de entrar al Archipiélago de manera irregular, una cifra sensiblemente superior al mismo periodo del año pasado cuando lo hicieron 84. Por consiguiente, también se produjo una mayor salida de embarcaciones desde las costas africanas, 40 por las 10 que lo hicieron en 2019 (una subida del 300%).

A estos números hay que sumar las 36 personas que durante la noche del pasado domingo fueron interceptadas en el sur de Fuerteventura. Los migrantes, entre los que había 24 hombres, 10 mujeres y 2 menores de edad, iban en una lancha neumática y fueron localizados cuando se encontraban a cuatro millas de la costa de Tuineje.

La Salvamar Mizar de Salvamento Marítimo acudió a rescatarlos y poco antes de la medianoche los trasladó hasta el muelle de Gran Tarajal, donde les esperaba un dispositivo instalado por Cruz Roja y el Servicio de Urgencias Canario (SUC) para atenderlos en primera instancia. El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 informó de que la mayor de los ocupante se encontraban en buen estado de salud, aunque una de ellas tuvo que ser evacuada hasta un centro de salud por hipotermia.

Con la llegada de esta embarcación son ya más de 1.200 las personas que han intentado entrar en las Islas a través de la conocida como ruta del Atlántica, una de las más peligrosas que existen y que se reactivó el verano pasado después de que se endurecieran los controles en el Mediterráneo.

Ya el año pasado, las Islas vivieron un notable ascenso de la migración irregular con 2.698 personas por las 1.307 de 2018, un 106,4% más. Estas estadísticas coinciden con un descenso en la llegada de migrantes a Península y Baleares por vía marítima del 60% (de 54.703 a 21.958), gracias sobre todo a una disminución durante la segunda mitad del año, periodo en el que se reactivó la vía hacia Canarias.

Así, el número de fallecidos intentando alcanzar el Archipiélago superó el año pasado los 150 y durante los dos primeros meses de este año ya se han registrado al menos 19 muertos, de los cuales 14 perecieron al zozobrar una patera cerca de la costa marroquí.