El médico canario Carmelo González se convirtió durante el fin de semana en uno de los principales protagonistas de la asamblea de Vox que eligió sin contestación interna a Santiago Abascal como líder de la formación por cuatro años. González no se arredró pese a ser destituido de su cargo y ser rechazada su candidatura alternativa a Abascal e intentó entrar junto a otros críticos en el Palacio de Vistalegre, algo que le impidieron los servicios de seguridad.

La versión oficial es que Vistalegre no tenía aforo suficiente para acoger a todos los afiliados y se restringió la asistencia a cargos públicos e internos. Según El País, la proclamación de Abascal se conoció a través de un comunicado de prensa, sin que se anunciara en ningún momento de la asamblea. Carmelo González pretendía presentar una lista alternativa bajo el nombre Habla Vox, pero no se le permitió enfrentarse a Abascal porque según el comité electoral, no reunía los avales necesarios (el 10% de los afiliados). Estos críticos han anunciado su intención de impugnar en los tribunales la proclamación de Abascal.

Durante su discurso de ayer ante la asamblea, Abascal arremetió contra los medios de comunicación, entre otras cosas por darle relevancia al sector crítico de la formación, que quedó fuera de toda posibilidad de presentarse.

Carmelo González fue responsable de las relaciones con los medios de comunicación de Vox en Las Palmas y candidato en las elecciones municipales y autonómicas del 26-M. Tras anunciar su intención de presentarse como candidato alternativo a Santiago Abascal, la dirección nacional lo cesó en su puesto orgánico, pese a lo cual mantuvo su intención de concurrir, si bien finalmente no consiguió los avales necesarios.

González y el resto de miembros del sector crítico constituirán ahora una corriente interna denominada Vox habla y estudian los estatutos del partido para impugnar tanto la asamblea como las primarias.