El Aeropuerto de Gran Canaria amaneció este sábado colapsado de turistas que esperan por volver a casa tras el estado de alarma decretado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La gran cantidad de personas aglomeradas, algunos con mascarillas y guantes, no permite que se mantenga la distancia recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La Policía Nacional, el Ejército de Tierra, Protección Civil y Guardia Civil controlan los accesos al aeropuerto.

La mayor aglomeración se encuentra en las ventanillas de las aerolíneas donde los turistas esperan su turno para identificarse y facturar el equipaje. En las zonas de espera también se encuentran personas sentadas sin respetar el espacio de seguridad entre los asientos. Mientras que una minoría ha decidido ser más precavidos y esperar su turno para abordar el avión.

Esto después de que el Ministerio de Sanidad les diera un plazo de siete días a los hoteles y alojamientos turísticos para que cierren por la crisis del coronavirus, por lo que los turistas deberán regresar a casa con la mayor premura posible.

Los agentes de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y de la Policía Nacional se encuentran ordenando a los pasajeros para que ingresen al aeródromo de manera ordenada y respetando las normas de seguridad, sin embargo, una vez entran, las personas se aglomeran por la falta de espacio. Todo esto sucede mientras a través de megafonía se les recuerda, en diversos idiomas, que no se puede estar a menos de un metro de distancia.