Canarias tendrá su propio plan de desconfinamiento de la población cuando se levante el estado de alarma y confía en que pueda adelantarse al resto del territorio español en el regreso escalonado a la normalidad. El Gobierno central de Pedro Sánchez ya ha aceptado estudiar esa posibilidad en base a los buenos datos en la lucha contra el coronavirus y las singularidades geográficas y sanitarias del Archipiélago, pero en cualquier caso no sería antes del 26 de abril.

El consejero de Sanidad del Ejecutivo regional, Julio Pérez, declaró ayer que el lunes, en la reunión del ministro Salvador Illa con los responsables sanitarios de toda España, se decidió que cada Comunidad Autónoma prepare su propio plan de desconfinamiento de acuerdo a "sus peculiaridades territoriales", lo que en el caso de Canarias podría ser una ventaja por el hecho insular y otras circunstancias.

"Dentro del principio de máximo respeto a las peculiaridades territoriales del conjunto de las comunidades, vamos a hacerlo del modo más consensuado posible; no solo nosotros tendremos nuestras peculiaridades, prepararemos nuestro propio plan y lo tendrá toda España. Quizá nosotros tenemos singularidades geográficas que nos hagan aún más singulares para la desescalada, pero se hará en su momento, evidentemente no en los días inmediatos", apuntó Pérez en una comparencia junto al director del Servicio Canario de Salud (SCS), Antonio Olivera.

El ministro, explicó Pérez, propuso "ir preparando la desescala" desde ahora, en la creencia de que la paulatina desaparición de las normas de confinamiento será "bastante más complicada" de ejecutar que la propia orden de no salir de las casas.

"El ministro y los consejeros de hemos coincidido en dos principios: máxima prudencia en el desconfinamiento para no poner en riesgo lo que hayamos ganado hasta ese momento; y sumisión y seguimiento a las evidencias científicas, pues no son decisiones exclusivamente políticas, sino que tienen que estar respaldadas por los expertos y responsables sanitarios", subrayó Pérez, quien puntualizó que el hecho de que los datos en Canarias sean mejores "no significa que reduzcamos ni un milímetro, ni un ápice, nuestro dispositivo de prevención de los contagios y protección de los más vulnerables, como las personas mayores, las que viven solas, indigentes o que no tengan recursos".

Antes de la comparecencia de los responsables de Sanidad, el presidente de Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, explicó en dos entrevistas radiofónicas que ya el domingo planteó a Pedro Sánchez que se tengan en cuenta las singularidades de las Islas para un desconfinamiento diferente al resto de comunidades a partir del 26 de abril. Aunque "no será fácil", admitió, el Ejecutivo central respondió que se estudiarán las propuestas.

Tras recordar que Canarias ha sido "tremendamente exigente" en la lucha contra la pandemia, incluido el cierre casi total de las conexiones aéreas y marítimas, Torres dijo que "poco a poco, una vez que lo digan los expertos científicos, las islas puedan ir recuperando la normalidad, aunque hay que hacerlo de una manera cautelosa". La propuesta de Canarias a Pedro Sánchez fue respaldada por el Gobierno balear y incluso entendida por la presidenta de Madrid, la comunidad más afectada.

El Comité Científico del Covid-19 que asesora al Gobierno de Canarias también plantea la posibilidad de solicitar al Estado una tregua que permita a los canarios poder salir antes del confinamiento o al menos estar suscritos a unas medidas más laxas de las que se tomen el resto de España. La salida, en todo caso, no permitiría devolver a la sociedad al punto del que partió antes del confinamiento y dependerá de que los datos "sigan siendo buenos", según confirmó Amós García Rojas, jefe de la sección de epidemiología de la Dirección General de Salud Pública.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno central, María Jesús Montero, señaló que el fin de las medidas de alarma "no tiene que ser homogénea entre comunidades". "Eso lo decidiremos en base a la opinión de los expertos", afirmó.

Además de Canarias, Baleares también ha propuesto ser una especie de laboratorio en el que probar las medidas de descompresión que luego se puedan llevar al resto de España.