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CRISIS DEL CORONAVIRUS

El 75% de bares y negocios de El Hierro prefieren seguir cerrados

Los empresarios mantienen la cautela, pese a que la Isla se adelantó a la fase 1

Dos hombres se toman una cerveza en Frontera, El Hierro. GELMERT FINOL (EFE)

La isla de El Hierro inició el proceso de desescalada perteneciente a la fase 1 dictada por el Gobierno de Estado entre la incertidumbre y cierta desconfianza del tejido productivo local, que permaneció cerrado en el 75% de los locales comerciales y hosteleros. A pesar de contar con libre movimiento de personas y de apertura, con restricciones, de los locales comerciales y hosteleros, la gran mayoría prefirió no hacerlo ayer en la primera jornada de adelanto de la desescalada.

La Isla sólo registró durante toda esta crisis sanitaria tres casos de Covid-19, estando libre de contagios desde hace semanas, lo que ha permitido al territorio insular, junto a La Gomera y La Graciosa, acceder directamente a la segunda fase de desescalada a la que el resto del Archipiélago entrará, previsiblemente, el próximo 11 de mayo si se cumplen los marcadores establecidos en el plan de transición hacia una nueva normalidad.

Ahora, los herreños podrán mantener reuniones de hasta diez personas, podrán compartir vehículos privados, incluso asistir a lugares de culto y dar sepultura, con cierta normalidad, a sus familiares. Además, ya bares y restaurantes han podido abrir sus puertas, pudiendo utilizar las terrazas con el 50% del aforo, siempre respetando las medidas de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias, aunque uno de cada cuatro empresarios hayan preferido mantener cerrados sus comercios.

Ante esta situación, los poco más de 11.000 habitantes de la Isla se enfrentan a un escenario en la que la incertidumbre ha sido la verdadera protagonista de la primera jornada con cierta libertad de movimientos y el primer paso para la vuelta a la normalidad empresarial. Así lo confirma el vicepresidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de la Isla, Gelmert Finol, quien lamenta que no se haya aclarado al tejido productivo herreño "como se iba a desarrollar todo esto".

"El lunes la gente salió a la calle, pero no de manera masiva", advierte Finol, quien cree que ha pesado la desconfianza y la cautela entre los vecinos y vecinas de los tres municipios herreños, aunque sí lamenta que con los datos que obran en poder de la patronal empresarial de la Isla se estima que tan sólo han subido la persiana de sus establecimientos el 25% de los comercios. Los que sí abrieron sus puertas ya se plantean hacerlo sólo en horario de mañana, ya que aún "la afluencia de clientes no es tanta".

Además, hace hincapié Gelmert Finol, en el caso de los bares y restaurantes la limitación de aforo hace que la gran mayoría no abriera. "Se trata de pequeños locales que en algunos casos tan sólo podrían tener una o dos mesas operativas en sus terrazas", señala, añadiendo que también "se antoja complicado cumplir con las normativas sanitarias, aunque todos lo intentamos".

La incertidumbre económica pesa sobre todos estos autónomos y empresarios. Así, en el caso del municipio de Frontera, "los tres o cuatro bares que han abierto lo han hecho con sus dueños, sin el personal que están habitualmente atendiendo, porque no saben cuál va a ser la afluencia de la gente y si podrán mantenerlo", nos informa Finol, quien añade que los herreños se sienten "la avanzadilla de algo que no se sabe muy bien cómo va a terminar, porque si sale bien aquí, no significa que vaya a salir bien en otro lado", afirma tajantemente nuestro protagonista. Para que el paso por esta fase de desescalada sea un éxito, municipios y Cabildo herreños han trabajado para preparar a sus vecinos y vecinas ante la llegada del comienzo de este procedimiento de desconfinamiento y también han previsto medidas para combatir la crisis sanitaria y económica.

Ejemplo es El Pinar, que ya tramita a través de un cuestionario, enviado a cada negocio local, las ayudas acordes y necesarias para cada pequeña y mediana empresa. La fórmula para ayudar también a los autónomos puede ser a través de fondos propios, superávit o remanentes presupuestarios, como los que dispone el Ayuntamiento de Valverde, que en conjunto supera los 2,5 millones de euros, y que el PP, en la oposición, requiere que se pongan a disposición para evitar el cierre de muchas de las 360 empresas del municipio que no podrán iniciar aún en el proceso de desescalada.

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