El Congreso constituyó ayer la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de España tras el covid-19, un acto que dirigido por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y en el que se eligen a los miembros de la Mesa de este nuevo órgano.

Un foro que se activará en plena escalada de tensión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, que fueron precisamente los que acordaron hace semanas su creación para tratar de buscar soluciones consensuadas una vez superada la crisis sanitaria del coronavirus.

El exlendakari Patxi López ha sido elegido presidente de la comisión, algo que permitirá a la coalición del PSOE y Unidas Podemos controlar los tiempos del organismo parlamentario. El candidato de los socialistas se ha enfrentado a Ana Pastor, expresidenta del Congreso y exministra de Sanidad con el PP. Gracias al respaldo de socialistas, morados, el PNV y minoritarios como Coalición Canaria y Compromís, López ha obtenido 165 votos. Pastor, 91. Grupos como Vox, Cs, ERC y JxCat han optado por votar en blanco.

Patxi López avisó a todos los grupos políticos que no pueden "deslizarse por la pendiente del desacuerdo" por "cuestiones partidarias" que serían "inentendibles" en estos momentos. López instó a "superar las rencillas partidarias" y empezó con un minuto de silencio por las víctimas. "Los ciudadanos nos exigen que ni se nos ocurra por cuestiones partidarias, inentendibles en este momento, deslizarnos por la pendiente del desacuerdo", dijo. "No podemos no hacer nada, no es una opción no hacer nada" Y también ha dejado otro aviso sobre la mesa "no es una sesión de control al Gobierno", sino que su tarea es "buscar una salida social y económica" a la crisis.

Tanto el PSOE como Unidas Podemos y otros partidos minoritarios rechazaron que la Presidencia recayese en el PP. Ante la falta de acuerdo entre la coalición y el PP, Ciudadanos ofreció para presidir esa comisión al secretario general del grupo, José Manuel Espejo-Saavedra. La sesión constitutivacontó ayer con la presencia de casi todos sus diputados adscritos, 44 de los 46 que la integran, pese a que sólo era preciso que acudiera un representante por cada grupo parlamentario, como les ha recordado la presidenta de la Cámara. La acumulación de personas en la sala ha puesto en duda el cumplimiento de las restricciones sanitarias motivadas por la pandemia del coronavirus, empezando por la distancia entre escaños.

Pese a que sólo se trataba de la sesión constitutiva y las votaciones iban a ser a mano alzada y en función de la representación en el Pleno, lo que sólo exigía una persona por cada formación, en la Sala Ernest Lluch del Congreso se han presentado casi todos los diputados de la comisión. En concreto, sólo han faltado dos miembros del Grupo Mixto: la portavoz de la CUP, Mireia Vehí, y el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo.

Los diputados sólo dejaban libre un escaño entre ellos, pero no en todos los casos se respetaba la distancia de seguridad, y, además, al cruzarse en el pasillo los centímetros se acortaban. En las comisiones que se vienen celebrando estos días de crisis sanitaria, la presencia de parlamentarios es mucho menor.

Además del presidente, se ha elegido a los miembros de la Mesa que dirigirá los trabajos de este nuevo foro y que, como el resto de comisiones, estará integrada por cinco personas que ocuparán la Presidencia, dos Vicepresidencias y otras dos Secretarías.

Vox pide dimisiones

De esos 46 miembros, 13 serán del PSOE; 9 del PP; 5 de Vox; 4 de Unidas Podemos; 4 del Grupo Plural; 7 del Grupo Mixto; mientras que ERC, PNV y Bildu contarán con un diputado cada uno, conforme al formato ideado por el PSOE y Unidas Podemos que este martes la Mesa del Congreso aprobó por unanimidad.

Unidas Podemos ya ha avanzado su objetivo de "recoger los consensos que se van formando en la sociedad" para plasmarlos en políticas públicas. En principio, se establece un plazo de dos meses de trabajos, hasta finales de junio, aunque prorrogable si hay consenso, y todo concluirá con un dictamen que se elevará al Pleno del Congreso para su aprobación.

Vox, que se negaba a coger el teléfono al presidente Pedro Sánchez y que no iba a sumarse a una mesa de partidos como la planteada en el primer momento, sí participará en esta nueva comisión parlamentaria para la reconstrucción, como asiste a todas las demás del Congreso. Eso sí, su primera propuesta será exigir la dimisión de todo el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.