El endeudamiento y la inyección de fondos públicos son las vías a corto y medio plazo para salir del pozo de la crisis económica y social que ha provocado el coronavirus. Las dos principales fuerzas políticas del Archipiélago, PSOE y Coalición Canaria, coinciden en este diagnóstico ya que las Islas es la comunidad más afectada por el parón de la economía y solo el sector público cuenta con los recursos necesarios para dar respuesta a una catástrofe de estas dimensiones, hasta que se normalice la actividad y el sector privado se encuentre a pleno rendimiento.
Sin embargo, el dinero público es finito y la economía tiene que funcionar más pronto que tarde. Por eso el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, apeló ayer a la "responsabilidad" de todos para que en el proceso de desescalada que se inicia el lunes en todas las islas se cumpla con el calendario previsto para que el tejido productivo vuelva a funcionar, se genere empleo y los sectores económicos recuperen el pulso, sobre todo el turismo. "No podemos vivir siempre de lo público, por lo que si volvemos para atrás en el desconfinamiento sería letal para todos", advirtió.
Junto al endeudamiento, la utilización del superávit o la inyección del Estado para compensar la pérdida de ingresos, el expresidente Fernando Clavijo añadió los más de 1.000 millones de euros que están pendientes de que el Estado devuelva a Canarias por el convenio de carreteras o la propuesta realizada por las organizaciones empresariales de los llamados bonos canarios, a través de deuda pública en la Reserva para Inversiones (RIC) sin intereses para así poder financiar infraestructuras.
El jefe del Ejecutivo regional mostró su seguridad en que las negociaciones que se están desarrollando con el Ministerio de Hacienda para que Canarias pueda utilizar el superávit y se pueda endeudar al máximo de sus posibilidades este año y el próximo van a fructificar. El superávit autonómico de 2019 es de 300 millones de euros, cantidad insuficiente para hacer frente a la crisis, por lo que el endeudamiento es la solución a corto y medio plazo para recuperar la economía hasta que la actividad se vaya normalizando con el proceso de desescalada.
Canarias exige también una inyección de fondos directa del Estado que cubra al menos la pérdida de ingresos de los tributos propios generada por la crisis del coronavirus. Se trata de una cantidad que ronda los 1.300 millones de euros y que no está contemplada en el fondo de 16.000 millones de euros comprometido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a las comunidades autónomas en su última reunión con los presidentes autonómicos. En esta petición Clavijo apuntó la necesidad de que esta aportación del Estado sea "no reembolsable", como va a hacer el Gobierno central con otras comunidades autónomas también por la pérdida de los ingresos, en este caso el IVA, el impuesto equivalente al IGIC canario.
Torres calcula que a Canarias vendrán entre 400 y 500 millones de euros de esa partida extraordinaria para cubrir gastos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia, pero en modo alguno compensan la pérdida de ingresos que están sufriendo las arcas públicas de las Islas porque la caída del IGIC no solo afecta a la Comunidad Autónoma, sino también a los cabildos y a los ayuntamientos.
En el diálogo político establecido ayer entre el líder socialista y el dirigente de CC en el foro digital organizado por LA PROVINCIA y El Día, ambos políticos también alentaron al sector turístico para ir saliendo poco a poco del confinamiento. El objetivo es que en junio puedan ya haber vuelos nacionales y que a partir de septiembre u octubre se inicien las conexiones internacionales, pero siempre ofreciendo seguridad sanitaria en el Archipiélago, así como en sus puertos y aeropuertos.
