La transición a la fase 3 en las islas que llevan la delantera del descofinamiento en Canarias ha supuesto pocas novedades reales para sus habitantes por la limitación de movimientos que sigue en vigor, pero se percibe en ellas un cambio de fondo notable: en La Graciosa, La Gomera y El Hierro ya se hacen planes de verano. Como pasó hace 15 días cuando avanzaron de la fase 1 a la 2, los habitantes de las tres islas, unos 33.000, pueden sacar poco provecho real de las medidas de alivio que se establecen para los centros comerciales o los cines, teatros y salas de espectáculos, porque se refieren a servicios que en algunas de ellas ni existen.

En la fase 2, el símbolo de la nueva etapa fue para las cuatro islas recuperar el mar, poder bañarse y pescar. En la fase 3, la novedad más llamativa ha sido sentarse de nuevo en la barra de un bar, algo prohibido desde el sábado 14 de marzo.

Sin embargo, sí se percibe en los comerciantes, hosteleros y gobernantes de estas islas, las tres dependientes del turismo, cada una a su manera, un cambio significativo: los negocios comienzan a pensar ya en una campaña de verano, primero con los residentes del resto de islas del Archipiélago, en cuanto completen la fase 3, y después con clientes del resto de España. Y no a medio plazo, sino a finales de este mes de junio y principios de julio.

La Graciosa

Este lunes, la octava isla de Canarias ha amanecido con "un tiempo espectacular", pero con sus calles casi desiertas, explica Alicia Páez, la concejal responsable de la isla en el Ayuntamiento de Teguise.

Alicia Páez subraya que, "en la práctica", todo sigue igual que en las últimas dos semanas para los vecinos, porque, "mientras no llegue el turismo, nada podrá cambiar". Además de los supermercados y la farmacia, actualmente han reanudado su actividad comercial dos restaurantes de Caleta de Sebo, primero como terrazas y ahora con la posibilidad de incrementar su ocupación, pero siempre de cara al público residente en la isla y a las pocas personas que se desplazan por motivos laborales.

Alicia Páez no cree que antes del verano se reactive la economía graciosera, pero también pronostica que en julio, agosto y septiembre la isla estará "a tope" con el turismo canario.

La Gomera

En La Gomera, el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, planteaba este mismo lunes retomar ya las conexiones aéreas con el resto de Canarias (suspendidas en su totalidad desde hace semanas) y recuperar el tráfico marítimo de pasajeros el 8 de junio.

Para casi todas las islas, esa será la clave: recuperar conexiones. "Creo que el cambio será total cuando permitan viajar entre las islas", señalaba David Rodríguez, un pequeño comerciante que regenta una tienda de actividades acuáticas y complementos deportivos en Valle Gran Rey, que ahora solo abre por las mañanas y, a veces, casi a demanda, cuando algún cliente local necesita algo.

Rodríguez aboga por hacer "la cosas bien, con cabeza" y sin apresurarse, porque ya piensa en el verano, su temporada. "Tanto como hemos avanzado no podemos perder ese trabajo", añade.

El alcalde del municipio, Cristopher Marrero, coincide en que la señal de la nueva normalidad será la recuperación de la movilidad entre las islas cuando todas hayan alcanzado la fase 3, pero también avisa de un problema: tener las playas en condiciones de cumplir el decreto de Sanidad.

El Hierro

En los tres municipios de El Hierro, los cambios de la fase 3 se resumen "en cuestiones de espacio", explica gráficamente Inocencio Padrón, propietario del bar restaurante Don Din 2 en Frontera, quien desde ayer puede ofrecer la barra del establecimiento a los clientes. Eso sí, siempre que se guarde la distancia de seguridad, puntualiza. Este hostelero también piensa que hasta que no regrese el turismo canario y peninsular, la fase 3 "no va a representar nada" para su isla, en la que, "económicamente, se vive día a día".

Padrón, que se mantuvo abierto al inicio del estado de alarma para el reparto de comida a domicilio, asegura que el confinamiento le ha supuesto pérdidas del 90 %, aunque ha recuperado "algo" al cambiar de fases, pero no cree ni que llegue a un 30 % de beneficio.

"Las consumiciones siempre son las mismas y casi por las mismas personas, porque ahora lo que se utiliza mucho es el producto para llevar. Noto a la gente con miedo, reacia a entrar en los locales", advierte Padrón. En El Hierro, solo han tenido tres casos de covid.

En su restaurante, esperan recibir a finales de julio de nuevo grupos de viajeros, aunque la agencia con la que trabajaba ya le ha advertido que serán de momento la mitad de los habituales.