Las incertidumbres que sacude la triple crisis originada por la pandemia del coronavirus -sanitaria, económica y social- también alcanza al diseño de los presupuestos de la Comunidad Autónoma para el próximo año. Ante un incierto panorama y en medio de una recesión económica que se prolongará más allá de lo contemplado en un inicio, el Ejecutivo regional señala al Estado como clave para evitar recortes en las cuentas canarias 2021. "Dependemos mucho de Madrid y es clave que se mantenga el sistema de financiación actualizado", indicó ayer el vicepresidente del Gobierno canario y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez. Si además el Gobierno central da acceso a todo el superávit y permite el endeudamiento, el número dos del Ejecutivo regional cree que se podrá evitar el tijeretazo en las partidas.

El encuentro digital Diálogos para la Reconstrucción, organizado por Prensa Ibérica en Canarias con el patrocinio de JTI, sirvió de espacio a Rodríguez y a Rosa Dávila, exconsejera de Hacienda y actual vicepresidenta del Parlamento de Canarias, para analizar la situación actual y dibujar la hoja de ruta hacia el futuro. En ese camino para la recuperación, Rodríguez advirtió que debe producirse de nuevo, tal y como ocurrió este año con 9.500 millones, la revisión del sistema de financiación autonómica.

Dávila, que también comparte el complicado escenario que se vislumbra para la confección de los próximos presupuestos, señaló el Pacto para la Reactivación Social y Económica de Canarias firmado el 30 de Mayo, Día de Canarias, como una carta de presión y presentación fundamental en Madrid. "No puede ser que el pacto sea una foto en la mesilla de noche de Torres. Cuando se consiguen esas alianzas estratégicas con patronales, sindicatos y partidos, hay que ponerlas en valor, con esa capacidad que te da esa unidad, para negociar en Madrid".

Dávila fue crítica con la gestión de la crisis realizada por el Ejecutivo regional y señaló la destitución de la anterior consejera de Sanidad, Teresa Cruz, y la renuncia de la exconsejera de Educación, María José Guerra, como ejemplos evidentes de las malas prácticas y malestar generado en este periodo. Una gestión que, en cualquier caso, Rodríguez defendió a ultranza exhibiendo los datos sobre el control de la pandemia en Canarias -la incidencia acumulada en las Islas en los últimos catorce días es de 0,09 por 100.000 habitantes, el parámetro epidemiológico más bajo, frente a la media española de 2,04-, si bien llamó a no bajar la guardia para evitar los rebrotes que ya se han producido en otros puntos del territorio nacional y en otros países.

El debate también contó con un espacio para analizar las repercusiones de la moción de censura presentada en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por CC, PP y Evelyn Alonso, expulsada ayer de Cs, para desbancar a la socialista Patricia Hernández de la Alcaldía. Rodríguez señaló que en el Gobierno canario también cabe la presentación de una censura. "Hay gente que no piensa en otra cosa", aseguró. Si se conforma una mayoría alternativa a la actual -conformada por PSOE, Nueva Canarias, Podemos y Agrupación Socialista Gomera-, "nos podrán quitar". "Pero sería un grave error quitarnos porque hemos hecho un gran trabajo", adujo.