La auditoría que presentó el lunes la consejera delegada de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz de Tenerife, Matilde Zambudio, sobre la gestión de su predecesor en la empresa pública, a una semana de la moción de censura que la apeará del gobierno municipal, fue contratada a Gextiona, que en su página web se presenta como asesoría fiscal, contable, laboral y para la protección de datos. Sin embargo, no figura inscrita en el Registro del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Si no está registrada no puede, por lo tanto, fiscalizar las cuentas. El informe tampoco es oficial. La interventora municipal ni participó, ni dirigió, ni lo encargó. Los servicios municipales de fiscalización son ajenos al mismo.

Zambudio, que ejerce de primera teniente de alcaldesa, convocó el lunes de forma extraordinaria y urgente a la prensa para presentar "la investigación", que denominó también como auditoría, de Gextiona, un trabajo firmado por el censor jurado de Cuentas Antonio Martos. El auditor -un "acreditado profesional en su campo", según Zambudio- fue el jefe de una trama de blanqueo de capitales y comisiones en alcaldías catalanas. En julio de 2016 abonó una fianza de 150.000 euros para salir en libertad después de permanecer tres días de la cárcel.

El día después de la rueda de prensa en que se le solicitó por parte de los medios de comunicación el informe de la auditoría, la consejera-delegada de la Sociedad de Desarrollo distribuyó, por fin, el estudio, de 35 páginas realizado por Gextiona. Con sede en Santa Cruz de Tenerife, esta sociedad se dio de alta el 22 de febrero de 2019, meses antes de recibir el encargo de la Sociedad de Desarrollo. Tras recibir el estudio Zambudio concluyó: "el 95% de los gastos suscritos por la Sociedad de Desarrollo infringe la Ley de Contratos". A Zambudio le da igual que fuera solo una pequeña muestra, inferior al 20%, para llegar a la conclusión de que en la práctica todos los contratos eran ilegales.

El encargo de lo que Zambudio presenta como una auditoría, aunque no lo es, se hizo, según el objeto de contratación, para verificar la tramitación de los contratos de la Sociedad de Desarrollo, la comprobación de la aprobación del gasto de la empresa y el control de los contratos menores de obras. Sin embargo, los 21 profesionales que integran la plantilla de Gextiona no pueden ejecutar estas funciones bajo la matriz de esta empresa al no estar dada de alta en el registro oficial. Este periódico ha intentado conocer sin éxito la versión de los administradores de Gextiona 2018, SL, como está registrada oficialmente.

Al carecer de una licencia oficial para ejercer como auditora Gextiona ha tenido que subcontratar el informe encargado por Zambudio al auditor-censor jurado de Cuentas, Antonio Martos. En julio de 2016, Martos, responsable de la empresa Efial, permaneció detenido durante tres días en el marco de la operación Térmyca, que investigaba un entramado de blanqueo en torno a su consultora, involucrada en una supuesta trama de corrupción municipal. A la consultora Efial se la investigó por delitos contra la administración pública, organización criminal, malversación, prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, alteración de precios de concursos y subastas públicas y fraude a las administraciones. En julio de 2016, El Periódico de Catalunya informó que la consultora Efial Consultoría SL -de la que es titular Antonio Martos- volvía a a estar implicada en una nueva operación contra la presunta corrupción en varios consistorios catalanes. La empresa fue creada en el 2007 por Antonio Martos, que procedía del Ayuntamiento de Barcelona, donde había ocupado entre el 2004 y el 2007 el cargo de director de Control de Gestión a los Servicios Centrales.

Un auto sin respaldo

Pese a estos antecedentes, en la Cadena Ser, en el programa de Puchi Méndez, Zambudio sostuvo que Martos le había remitido un auto para acreditar que no resultó ni imputado ni fue condenado por las supuestas tramas de corrupción para montar "ayuntamientos paralelos". Zambudio no envió con posterioridad ninguna documentación con la que demostrar como ciertas sus afirmaciones.

El informe firmado por Antonio Martos se distribuyó ayer, un día después de que lo presentara Zambudio, en folios con el logotipo de la empresa Gextiona, elegida después de pedir tres presupuestos al tratarse de un contrato menor -inferior a 15.000 euros-, según explicó la edil. El estudio al que Zambudio se refiere como auditoría se presentó como Servicio de Asistencia Técnica para la Auditoría de Procedimientos de Contratación de la Sociedad de Desarrollo. La denominación de "asistencia técnica para la auditoría" evidencia ya que no se trata de una auditoría. En la penúltima hoja del documento, después de las conclusiones, no se incluye ningún número del Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAD) del que carece, al no estar dada de alta, sino la firma digital del auditor Antonio Martos, que hace constar su DNI y el NIF de una tercera empresa, de su titularidad -Consultoría en Gestión Innovadora-, en la que se transformó la firma Efial. Los auditores consultados aseguran que este informe no se puede considerar como una auditoría oficial de cuentas, sino un informe realizado por un auditor, y cuestionan su validez oficial, al asegurar que no solo la empresa no está dada de alta, sino que tampoco el autor del informe incluye su ROAD.