Luis García ha puesto a disposición del PSOE su acta de concejal en el Ayuntamiento de Arona para tratar de rebajar la tensión entre los socialistas y cumplir así con la decisión tomada por la dirección nacional, regional e insular del PSOE que le emplazó a renunciar a su cargo público, entregar el acta y dejar la corporación municipal. La orden se trasladó también al alcalde de Arona pero José Julian Mena se niega a irse. La marcha de García y Mena es la solución adoptada por la dirección del PSOE para cerrar la crisis en el Gobierno local y en el grupo socialista de Arona como consecuencia de las tensiones personales, políticas y urbanísticas que han paralizado el municipio.

"Vengo a comunicar mi firme intención de poner a disposición del partido en el que milito mi acta de concejal del Ayuntamiento de Arona si con ello el Ayuntamiento recupera la normalidad institucional que precisa el municipio en estos momentos por el bien general", asegura el socialista en un comunicado que se difundirá esta mañana.

La tensión dentro del grupo municipal socialista estalló en junio cuando el regidor municipal, José Julián Mena -a quien el PSOE también le ha exigido que entregue su acta de concejal y abandone el Ayuntamiento de Arona- destituyó a Luis García como edil de Urbanismo. Tras su destitución, García presentó una denuncia ante la Fiscalía de la Audiencia Provincial en la que advierte sobre las presuntas coacciones y chantajes en el área de Urbanismo vinculadas a una presunta trama de extorsiones y coacciones a empresarios y técnicos municipales relacionada con el abogado Felipe Campos y el asesor del alcalde Mena, Nicolás Jorge, un socialista imputado por presuntos delitos de prevaricación y malversación de fondos pública durante su etapa como edil de Granadilla de Abona.

Luis García asume su marcha como un sacrificio para salvar el sosiego en el partido, en el Gobierno local y en el Ayuntamiento y cumplir como militante con la orden trasladada desde la dirección del partido. "Esta es una decisión personal dura, pero la tomo plenamente consciente para ser leal conmigo mismo, con lo que vengo defendiendo desde que tengo esta responsabilidad política, ser leal a mi partido y mis valores socialistas; que no son otros que la defensa de los intereses generales de Arona y de sus vecinos y vecinas mediante el uso de las herramientas legalmente establecidas con el único objetivo de mejorar nuestro municipio".

"Soy y deseo seguir siendo socialista y, por tanto, me debo a mi partido y entiendo que todo militante debe responder ante los órganos que rigen la organización", asegura. "Creo firmemente que el Partido Socialista, como organización creada en 1879, debe estar por encima de cualquier personalismo o interés personal, defender los intereses generales de la ciudadanía y hacer valer, en todo caso, el cumplimiento de la Ley como única herramienta que permita el logro de los objetivos perseguidos", insiste.

"Esta decisión no cambiará mi idea e intención inicial de continuar trabajando por la mejora de Arona desde mi humilde posición y capacidad. Lo prometí en 2015, volví a hacerlo en 2019 y, por medio de la presente, vuelvo a adquirir un firme compromiso de lealtad, esfuerzo y trabajo que haga de Arona un municipio a la altura de lo que esperan y merecen nuestros vecinos y vecinas", concluye.