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Mena se inspira en Pedro Sánchez para resistir en la alcaldía de Arona

El líder socialista local pide perdón a los aroneros por la crisis política pero rechaza la orden del PSOE de entregar el acta

Mena se inspira en Pedro Sánchez para resistir en la alcaldía de Arona

José Julián Mena se inspira en Pedro Sánchez para agarrarse al clavo ardiendo de la Alcaldía. Fue el paralelismo imposible que utilizó ayer el alcalde de Arona para justificar su negativa a entregar el acta de edil como le ha pedido el PSOE. "La decisión de no aceptar mi renuncia se inspira en quien hoy es mi secretario general y presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Cuando consideró que la decisión de apartarlo era injusta, le hizo frente y el tiempo le dio la razón", aseguró Mena en su primera comparecencia pública tras desatarse la crisis en el grupo de gobierno socialista de Arona, que llevó a la dirección de su partido -nacional, regional e insular- el sábado a intervenir de forma drástica y pedirle que abandone la Alcaldía.

Si Mena hubiera seguido el ejemplo de Sánchez habría hecho lo contrario. En octubre de 2016, Sánchez acepta que los miembros del comité federal voten su propuesta de celebrar primarias para elegir al secretario general. Fue derrotado por 132 a 107 votos. Un minuto después anuncia su dimisión. A los tres meses, Sánchez vuelve a presentarse a secretario general y gana. Con ese ejemplo, lo lógico habría sido que Mena aceptara la exigencia del partido o hubiera dimitido antes para reemprender su carrera. Pero no, ayer volvió a dejar claro, en la tan esperada rueda de prensa en el Centro Cultural de Los Cristianos, que seguirá como alcalde contra viento y marea. "No daré ni un paso atrás", zanjó.

En cualquier caso y salvo dos comunicados escuetos, Mena no había dado explicaciones de por qué se había fracturado su gobierno, pese a conseguir en las elecciones del año pasado la mayoría absoluta. Tampoco había aclarado por qué echó el 22 de junio a su concejal de Urbanismo, Luis García, lo que precipitó la crisis del PSOE aronero y partió al grupo de gobierno en dos: seis ediles que le apoyan y otras seis que se han alineado con García. "La destitución de Luis García no fue una cuestión personal. Se trataba de preservar el interés general", manifestó al respecto, para añadir: "No me gustó cómo desarrolló su labor en Urbanismo".

Tampoco dio muchos más detalles Mena sobre otros capítulos que han llevado al Ayuntamiento de Arona a entrar en barrena. Eso sí, en una introducción en la que leyó un texto, el todavía alcalde del quinto municipio más poblado de Canarias pidió perdón a los aroneros por esta situación de ingobernabilidad y cruce de acusaciones de presuntas irregularidades relacionadas con el urbanismo. La historia de siempre en estas latitudes sureñas. "En las últimas semanas se ha dado un espectáculo bochornoso, aunque más mediático que real. El cruce de acusaciones e inventivas ha generado un clima público de hostilidad, que no es de recibo. Pido disculpas al pueblo de Arona".

"No somos una pandilla; somos mujeres y hombres comprometidos", enfatizó Mena, quien todavía alberga esperanzas de reconducir la situación cuando todos los pronósticos apuntan a una expulsión si sigue atrincherándose en su negativa a entregar el acta. "Agotaré todas las vías internas y externas para que se respeten mis derechos. Es mi obligación, además, buscar apoyos que garanticen la estabilidad. Apelo a la generosidad de los compañeros que se han mostrado reacios a cumplir el mandato electoral. Mantengo la mano tendida para que entre todos podamos tejer un acuerdo", subrayó José Julián Mena, quien entiende que "un alcalde que ha obtenido el respaldo del pueblo de forma tan clara no tiene que renunciar a la responsabilidad que este le ha otorgado".

"Mis manos están limpias". Esa fue su respuesta cuando se le preguntó por las presuntas irregularidades que achaca el edil que destituyó al entorno del alcalde. Luis García llevó a la Fiscalía de la Audiencia Provincial documentos y grabaciones que apuntan a una supuesta trama vinculada al principal asesor de Mena, Nicolás Jorge, imputado por delitos relacionados con la corrupción, y al abogado Felipe Campos. Esta red coaccionaría y presionaría a empresarios y técnicos municipales para que los primeros contrataran los servicios de Campos y los segundos amoldaran la gestión urbanística a sus intereses, siempre según la denuncia del exedil de Urbanismo.

Mena volvió a contestar atacando, aunque no dio nombres: "Detrás de todo esto hay de forma evidente una campaña de algunos empresarios de Arona que buscan un gobierno dócil a sus intereses, campaña en la que quiero pensar que por error se han prestado algunos medios de comunicación". "Han atacado a mi familia, a mis amigos, a mi entorno y a mis colaboradores", matizó Mena, quien cree que esas acusaciones son "conjeturas" e "insinuaciones". "Mi actuación se ha guiado siempre por el estricto cumplimiento de la legalidad. Mis manos están limpias y nadie puede acusar a este alcalde de haber adoptado ni una sola decisión irregular. Que lo demuestren".

Siguiendo con Luis García, el regidor eludió dar detalles sobre las graves irregularidades que le atribuyó en uno de sus comunicados. Mena admitió que no las ha llevado a la Justicia pero acto seguido dijo: "Hace semanas solicité al área de Urbanismo toda la información relacionada al respecto. Si se detecta algún tipo de irregularidad, la trasladaremos a los ámbitos correspondientes".

Un asesor "intachable"

Sobre Nicolás Jorge, al que se ha asociado a la presunta trama de coacciones y amenazas para controlar el urbanismo de Arona, Mena puntualizó: "Como alcalde y amparado en la ley, yo elijo a mis asesores. Hace 15 años que está esperando que se haga justicia. Dañar la imagen de este alcalde con estas cuestiones no es correcto. Este asesor ha tenido un comportamiento intachable". También se refirió a la presencia de su hermana, Jenny Mena, en algunas gestiones desarrolladas por Felipe Campos y relacionadas con reclasificaciones de terrenos en el marco de la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación. Campos no ha querido aclarar si Jenny Mena trabaja para él en su bufete pero empresarios denunciantes de esta supuesta trama han asegurado que van juntos. "A mí personalmente me pueden gustar más o menos las relaciones o reuniones a las que acuden personas de mi familia pero no puedo obligar a nadie a hacer lo que yo quiera", detalló. El alcalde recordó que, eso sí, "lo que habría que probar es que esto se haya traducido en algún trato de favor". "Y eso le puedo decir que no existe", afirmó admitiendo estar "cansado de alusiones e insinuaciones, que son la mejor manera de acusar sin dar instrumentos al contrario para defenderse". "La vida laboral de mi hermana es de mi hermana. Es una persona adulta. Ella toma sus decisiones, no yo por ella", remató.

También se refirió a Felipe Campos, abogado cuyas prácticas no solo han sido denunciadas por los concejales socialistas contrarios a Mena, sino también por inversores del Sur y técnicos municipales de Arona. Siempre según estas denuncias, parte de las cuales investiga la Fiscalía, Campos tupe a demandas y alegaciones a aquellos que no contratan sus servicios y presiona a los funcionarios municipales para que adopten decisiones favorables a los intereses que representa. Incluso, el jefe del Servicio de Disciplina Urbanística, Damián Hernández, se quejó, en un informe oficial de diciembre de 2019, de que el alcalde le permitiera acudir a una reunión con técnicos del propio Ayuntamiento a los que presionaría para declarar ilegal el Centro Comercial Arts, cuando los propios técnicos defienden que es legalizable.

Según Mena, Felipe Campos nunca le ha asesorado. "No ha llevado ni un solo caso del Ayuntamiento de Arona. Si alguien quiere insinuar tratos de favor, que lo demuestre". El alcalde de Arona aseguró que es "normal" atender a un denunciante que "lleva años esperando a que se adopten medidas por parte del Ayuntamiento". Eso sí, reconoció que en esas reuniones sobre el Arts no ha estado su promotor, el empresario Diego Cano. "Pocas veces se me ha pedido una reunión con ese promotor. Sí ha habido reuniones con su gabinete", se limitó a afirmar.

¿Y cómo piensa Mena gobernar cuando ha perdido el apoyo de siete de sus concejales y de su propio partido? "La moción de censura no se puede dar. No pienso en una moción de censura sino en seguir gobernando", subrayó el responsable del Ayuntamiento de Arona, quien tendió puentes para que algunos de los concejales díscolos recapaciten o algunos de la oposición lo apoyen. Va a ser complicado. En este momento no cuenta con apoyos y lo más probable es que el siguiente paso del PSOE sea expulsarlo del partido.

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