La Guardia Civil investiga a un menor de edad vecino de la zona donde se inició el incendio forestal de Garafía como presunto autor "imprudente" del fuego que ha afectado a 1.200 hectáreas. Agentes pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) instruyen diligencias, en las que se imputa a este joven de 16 años de edad el inicio de las llamas por quemar una tunera con la intención de eliminarla de las inmediaciones de la finca donde reside, para entregarlas próximamente a la autoridad judicial competente.

La localización de un presunto causante del fuego coincide con la declaración del mismo bajo control. Se pasa pues la emergencia a nivel 1 y la coordinación de las tareas de extinción pasan del Gobierno de Canarias al Cabildo de La Palma. En esta fase, ya con el incendio controlado, se retirarán dos de los tres hidroaviones y las dos BRIF enviadas desde la Península, pero se ha solicitado al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que se mantenga el Kamov y el otro hidroavión hasta la finalización del episodio de altas temperaturas que regresan hoy al Archipiélago.

El consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez Hernández, destacó al respecto ayer la extraordinaria colaboración y coordinación de todas las administraciones y efectivos intervinientes en este incendio.

Asimismo expresó su agradecimiento a los equipos de los medios aéreos que han intervenido en la extinción tanto del Estado, con los helicópteros Kamov, los hidroaviones y el avión de coordinación y observación ACO, como por parte de los helicópteros Presa del Cabildo de Gran Canaria, de la Guardia Civil y del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno de Canarias.

Destacó la labor desarrollada por los efectivos terrestres de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma, de Tenerife y Gran Canaria, las EIRIF del Gobierno de Canarias, las BRIF del Ministerio, la Unidad Militar de Emergencias, Bomberos de La Palma, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote, así como los voluntarios de Tijarafe y Unidad de Tierra del GES.

Más de 100 efectivos de la EIRIF, BRIF y del Cabildo palmero continúan sobre el terreno. Desde la dirección del plan de extinción, "mirando de cara al futuro", se está procediendo a dar descanso a las distintas cuadrillas para afrontar las próximas jornadas "por si se reproduce este fuego o sucede algún tipo de incidente parecido en otro punto de la Isla".

El incendio que se originó el pasado viernes en Garafía se encuentra estabilizado, pero aún se mantiene activo por lo que es necesario no bajar la guardia. En este sentido, los equipos de extinción trabajan para enfriar la zona y tratar de localizar los puntos calientes, para poder así actuar sobre ellos y evitar que se produzcan nuevos rebrotes. En esta misión colabora el avión de coordinación aérea y observación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, provisto con cámara térmica que permite la identificación de puntos calientes desde el aire. Gracias a esta técnica, las labores de extinción resultan más eficaces.

El Cabildo dio ayer también órdenes para reabrir las carreteras y que los vecinos de las localidades afectadas por la quema pudieran regresar a sus casas. Para hacerlo, no obstante, tendrán que acreditar la residencia.

El fuego afectó a zona de pinar y de matorral en los montes de Garafía, donde el cultivo de la viña en las medianías también se vio perjudicado. Pero esas fincas en las que sus propietarios llevan desarrollando esta actividad agrícola durante décadas, manteniendo los terrenos limpios de maleza y vegetación, también sirvieron para atajar el avance de las llamas. Las altas temperaturas alcanzadas durante el incendio dañaron también parte de estos cultivos, pero los bancales de viña sirvieron de freno del avance del fuego hacia la cumbre.