La designación de Conrado Domínguez como director general de Servicio Canario de Salud colocó ayer al Ejecutivo regional al borde de la ruptura. Unidas Podemos, alentada por un grupo de cargos del PSOE de Tenerife y Gran Canaria, amagó con abandonar el Gobierno si Ángel Víctor Torres seguía adelante con el nombramiento de quien, a ojos de la formación morada, es la imagen viva de la privatización de la sanidad en Canarias. El presidente logró a última hora reconducir la situación, los morados se quedan pero siembran dudas sobre la gestión del PSOE al frente de Sanidad desde que se iniciara la crisis del Covid-19 y exigen fiscalizar el trabajo que se lleva a cabo en el Comité de Emergencia Sanitaria.

Entre las demandas a sus socios de gobierno para seguir apuntalando el cuatripartido añaden la "desprivatización del servicio de Medicina Nuclear del Hospital Doctor Negrín", adjudicada dentro del centro a una empresa privada. Una batalla en la que llevan empeñados destacados miembros socialista, entre ellos el exconsejero de Sanidad y actual gerente de ese hospital, Jesús Morera, que desde la noche del miércoles, cuando saltó la noticia del relevo en el SCS, comenzó a armar una rebelión entre sus homólogos en el resto de las Islas. Pretendía una dimisión en cadena si el nombramiento de Domínguez salía adelante. Él, y en Tenerife la exvicepresidenta y exalcaldesa de Santa Cruz de Tenerife, Patricia Hernández, y el senador Pedro Ramos, entre otros, se encargaron durante esa noche de echar lecha al fuego de Podemos.

Noemí Santana, secretaria general de la formación y su único miembro en la mesa de Consejo de Gobierno, lanzó a primera hora el órdago. Se jugaba a la desestabilización sin mirar el contexto: una crisis sanitaria y económica en el Archipiélago sin precedentes. Lo que no sabía la líder morada es que dirigentes de Coalición Canaria ya habían ofrecido a Torres, dada la situación de emergencia, dar estabilidad al Gobierno desde la oposición si llegaba a producirse la ruptura.

¿Por qué tanta oposición a Conrado Domínguez? Pues por su vinculación en el anterior mandato a CC, pese a que también ha ocupado cargos públicos en el Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria con un alcalde socialista, y ahora en el cuatripartito en la secretaría general técnica de Obras Públicas, que también dirige un socialista.

Domínguez, ocupando el mismo cargo para el que ahora se le requiere, se convirtió en la mano derecha del exconsejero de Sanidad José Miguel Baltar (independiente igual que Domínguez) cuando el PSOE dio por roto el pacto de gobierno con los nacionalistas en septiembre de 2016. Por la puerta de Presidencia salieron Patricia Hernández y Jesús Morera y con ellos un descuadre de 240 millones en el presupuesto de Sanidad que sirvió de ariete a CC y al que el PSOE contestaba sembrado la duda sobre un consejero, Baltar, que procedía de la sanidad privada. La guerra se alargó hasta el momento en que Teresa Cruz Oval (la primera de las tres socialistas al frente de Sanidad en este mandato y que fue sustituida por su gestión errática de la pandemia) tomó posesión. En una reunión con Domínguez para ponerlos al día sobre los asuntos del SCS, llegó acompañada de Morera. El encuentro acabó con un portazo de Domínguez.

A ese caballo de batalla se apuntó también Podemos. A última hora de ayer en un comunicado insistía en que "las acciones del Gobierno progresista deben seguir avanzando hacia la defensa, garantía, optimización y mejora de la sanidad pública canaria".

Torres, con todo, no da su brazo a torcer convencido de que es la persona idónea para afrontar la pandemia en su momento de mayor virulencia en las Islas. Ya lo eligió en pleno estado de alarma para que la coordinación técnica del Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria pese a la oposición de la todavía entonces consejera Oval. Ahora, con el inicio del curso en el alero, nuevas restricciones sociales, deportivas y culturales y los índices de contagio al alza quiere darle más capacidad de gestión. Sería el cuarto nombre al frente de SCS en 13 meses tras Blanca Méndez (agosto 2019-marzo 2020), Antonio Olivera (de marzo a junio) y Alberto Pazos (de junio a septiembre).

El Consejo de Gobierno retoma hoy su reunión en el punto en que quedó ayer y motivó su aplazamiento: los nombramientos. Con Conrado Domínguez cambiarán también media docena de nuevos responsables esenciales en la lucha contra el coronavirus, desde Atención Primaria y Gestión Hospitalaria hasta Adquisición de Material.

En el juego de tensionar el Gobierno, Podemos reclama "absoluta transparencia en los contratos públicos realizados durante el estado de alarma en la gestión de la crisis provocada por la Covid-19", pese a que Sanidad no es un área de su competencia.