El grupo turístico de Santiago Santana Cazorla ofreció ayer el hotel Las Tirajanas, situado en el pueblo de Tunte, para acoger a 135 de los 350 inmigrantes que estaban retenidos en el muelle de Arguineguín, los que tenían pruebas negativas de la Covid-19, según anunció el propio empresario y confirmó después la Cruz Roja, una vez realizado el traslado.

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Santana Cazorla aseguró que tomó esa decisión después de comprobar in situ el "drama humanitario" en ese puerto del municipio de Mogán. "No se puede dejar entrar a esas personas y después tratarlos como perros", declaró el empresario, quien confesó que se le saltaron las lágrimas al ver el estado en que se encuentran los inmigrantes, incluidos niños y una mujer embarazada.

El cierre de los albergues de inmigrantes de la Playa del Cabrón y del Instituto Felo Monzón por el inicio de curso escolar complicó aún más la situación en el campamento de Arguineguín, en el que permanecían 350 personas en espera de ser trasladadas a centros de acogida o establecimientos hoteleros de San Bartolomé de Tirajana o Las Palmas de Gran Canaria, donde deberán cumplir la obligada cuarentena del coronavirus.

A primera hora de la mañana llegaron a contabilizarse hasta 408 inmigrantes en 17 carpas, pero 50 fueron llevadas a una nave de la Policía Nacional en el Puerto de La Luz. Por tarde salieron otros 135 con destino a Tunte y se anunció que en la mañana de hoy sábado salgan otras 30 personas. El resto lo hará entre hoy sábado y mañana, para descargar a ese muelle de Arguineguín de la presión migratoria del último mes. Ya hay un acuerdo para disponer de 300 plazas en complejos turísticos de Puerto Rico, pero se temen nuevas llegadas de cayucos por la mejoría del mar en las próximas semanas.

Contagiados

La Delegación del Gobierno central en Canarias y la Cruz Roja buscaban ayer a contrarreloj un sitio para internar a los inmigrantes contagiados de la Covid-19 que se encontraban en las instalaciones de la Playa del Cabrón, según confirmó un portavoz de esa ONG, quien precisó que debe ser una ubicación segura porque se trata de personas que han dado positivo y deben estar aisladas.

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, visitaron anoche el campamento de Arguineguín y anunciaron que en las próximas horas se trasladarán a unas 300 personas a establecimientos hoteleros del sur y de la capital.

La llegada de dos nuevos cayucos en la madrugada del jueves al viernes, con 54 y 31 personas de origen subsahariano, agravó el hacinamiento en el dique de Arguineguín, donde algunos rescatados de los cayucos o pateras llevan hasta 12 días durmiendo en el suelo, solo con una manta como cama y con temperaturas superiores a los 30 grados.

Para aliviar el hacinamiento, el grupo hotelero de Santiago Santana Cazorla ha puesto a disposición el hotel Las Tirajanas, cerrado desde que se inició la pandemia del coronavirus. El empresario precisó que la idea es que se instalen los migrantes que han dado negativo en las pruebas PCR, para que cumplan la cuarentena y permanezcan allí hasta que se resuelva su situación legal.

Santana Cazorla explicó que ha comunicado esa decisión a los vecinos de Tunte para evitar que se repitan escenas como las del pasado 5 y 6 de agosto, cuando la población rechazó el traslado de inmigrantes desde Arguineguín al creer que el Aula de la Naturaleza se iba a convertir en un centro para el tratamiento de la Covid-19. "Yo soy tirajanero y allí somos solidarios, pero hay que hacer las cosas bien, informando primero a la gente y garantizando la seguridad de todos; lo que estamos viendo en Arguineguín es inhumano", apuntó.

El empresario detalló que su empresa ya ha empezado a preparar el hotel, que podría acoger entre 130 y 140 personas. Además de acondicionar las habitaciones, ya se han buscado dos cocineros de otros hoteles de la cadena para que se encarguen de la alimentación de los inmigrantes, que estarán vigilados mientras cumplen la cuarentena.

Santana Cazorla, que en los últimos años ha residido en Marruecos, explicó que también tiene otros tres hoteles cerrados en Taurito, pero prefiere "de momento" reabrir el de Tunte porque es un sitio más tranquilo y no está en medio de la zona turística de Gran Canaria.

"Vamos a cobrar por esos servicios, no queremos perder dinero, pero tampoco vamos a hacer negocio con los inmigrantes, porque cuando el jueves pasé por allí se me saltaron las lágrimas al ver sus caritas desconsoladas, a eso no hay derecho, no se puede tratar así a nadie", insistió. A su juicio, la actual situación migratoria "debe dejar en su segundo plano la imagen turística, que ya se recuperará, y concentrarse primero en atender a esas personas".

Tras el revuelo levantado el jueves por la visita de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, y el juez Arcadio Díaz Tejera, que criticaron sin contemplaciones la actuación del Gobierno central, ayer se dedicaron los principales esfuerzos en atender a los 85 últimos desembarcados. Médicos del Servicio de Urgencias Canario (SUC) curaron las lesiones de los inmigrantes, sin tener que derivar a ninguno a centros hospitalarios.

Quemaduras

"Los que llegaron la noche del jueves en cayucos sufren erosiones en la piel y quemaduras, también se tuvo que evacuar a una persona por deshidratación, pero está hospitalizada y estable, por lo que es posible que esta misma tarde vuelva a Arguineguín o mañana ya directamente al centro donde tenga que hacer la cuarentena", informó José Antonio Rodríguez, responsable de la Cruz Roja, al hacer el balance de las primeras horas del día.

"Estamos intentado hacer algún traslado esta misma tarde a un centro hotelero de Maspalomas o de Las Palmas, se está valorando", añadió.

La buena noticia de ayer fue el descenso de las temperaturas y la llegada de una ligera brisa marina, lo que permitió dormir a los inmigrantes por primera vez en muchas noches. Según los operarios que atienden el campamento, dentro de las carpas es imposible conciliar el sueño por el calor.

La llegada de los últimos cayucos aumentó la proporción de subsaharianos frente a la de magrebíes. En 17 carpas se reparten las 350 personas. Las dos casetas más cercanas a las autocaravanas de la Cruz Roja y la Policía Nacional se reservan para las mujeres y los niños. Tres menores salieron a jugar a la puerta, bajo la atenta mirada de las madres.

"Los niños llevan varios días y estamos a la espera de los PCR de todos ellos porque una de las madres dio positivo, tenemos que aguardar a esos resultados para ver a qué centro son evacuados", comentó Rodríguez. En esa situación se encuentra también una mujer embarazada, que al llegar fue trasladada al Hospital Materno. Allí fue valorada por los médicos y estaba bien, por lo que se devolvió a Arguineguín.

La preocupación ahora es encontrar un lugar para la cuarentena de los inmigrantes que han dado positivo, pues las autoridades educativas pidieron el desalojo del centro de acogida de la Playa del Cabrón, al igual que los edificios del Felo Monzón de Tafira.

Después de un mes de abandono institucional, la presión de Onalia Bueno y Arcadio Díaz Tejera dio sus frutos y el muelle de Arguineguín se va convertir en lugar de peregrinación de representantes políticos. Por la mañana acudió Josefa Luzardo, concejal del PP en el Ayuntamiento de la capital, quien eludió hacer declaraciones al no ser una visita oficial del partido. Las impresiones de lo que vio allí dentro las llevaba escritas en la parte de la cara que dejaba ver la mascarilla. La alcaldesa de Mogán, el día anterior, no pudo reprimir el llanto.

Por la tarde-noche, tras una convocatoria urgente, se desplazaron el presidente Torres, el delegado Pestana, ambos del PSOE, y la consejera regional de Derechos Sociales e Igualdad, Noemí Santana, de Podemos. Hoy sábado está prevista la visita del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, de Nueva Canarias.

Ricardo Ortega, presidente de la Cofradía de Pescadores, se mostraba a mediodía muy escéptico con la respuesta de los políticos y se mordía la lengua porque, aseguró, "por cualquier cosa que digas ahora te van a tratar de racista y xenófobo". A su juicio, la actuación de todos los gobernantes "ha sido vergonzosa, pues solo se han dedicado a poner parches". Incluso aseguró que la crisis de los cayucos de 2006, con más de 30.000 inmigrantes, se gestionó mucho mejor que esta.

Horas después, Torres y Pestana, le quisieron llevar la contraria y anunciaron que el objetivo es que el campamento quede vacío este mismo sábado o mañana domingo, a menos de que en las próximas horas sean rescatadas nuevas pateras en el sur de Gran Canaria.

"Esta mañana había 408 personas y en el día de hoy se han ido arbitrando mecanismos para que pudieran salir de estas instalaciones e ir a otras. Quedan unas 200 personas y durante el día de mañana lo previsible es que ya no quede nadie", apuntó Torres a Efe.

No obstante, Torres expuso que esto no significa que no puedan llegar más pateras y que haya que tomar decisiones ante la "avalancha" que está teniendo Canarias en estos momentos por un fenómeno migratorio "que es global y exige de respuestas integrales". También ha explicado que desde su Ejecutivo se ha demandado al Estado "contundencia" e "intervención inmediata".