Las supuestas lesiones que Elsa Kaelher trata de acreditar ante la autoridad judicial parecen serias. La Brigada de la Policía Judicial en Las Palmas ha elaborado un extenso reportaje fotográfico que revela la existencia de erosiones por toda la espalda de la denunciante.

La perjudicada sostiene que esas marcas se las hizo su exmarido el pasado 2 de agosto, cuando acudió a su casa de la capital grancanaria para recoger a una de sus hijas. Ambos discutieron por el régimen de visitas y por los gastos universitarios de una de las jóvenes, hasta que finalmente el senador la agarró con fuerza y la zarandeó, según la denunciante.

Kaelher añade que los arañazos en la espalda y los brazos son producto de ese forcejeo. El reportaje de la policía consta de 21 fotos que miden la longitud y la intensidad de esas marcas. La afectada fue reconocida ayer en el Juzgado de Violencia de Género por el médico forense para ratificar la existencia de las posibles lesiones.

Los daños, que parecen leves, adquieren cierta entidad porque se producen en el ámbito familiar, lo que incrementa la posible responsabilidad penal. Por eso Kaehler asegura que tiene "pruebas contundentes" del presunto maltrato, explican las fuentes consultadas, que son conocedoras de la importancia de los partes de lesiones en los casos de violencia machista.

Además, la denunciante acudió a casa de su exmarido acompañada de su hermana y de sus padres. Siempre actúa de esa manera porque tiene "pánico y miedo" a la "actitud violenta" del senador, subrayó ayer Elsa Kaehler, que ha propuesto la declaración de sus familiares como testigos para reforzar su versión de los hechos.

En cualquier caso, la investigación está en una fase muy inicial, pues Borja Benítez de Lugo aún no ha declarado como imputado para ejercer su derecho a la defensa. En esa comparencia, que la tiene que acordar el Tribunal Supremo, deberá dar explicaciones sobre esos arañazos. Por ahora sostiene que no ha hecho daño a nadie y que fue su expareja quien lo acosó a él.