El presidente del Centro Canario Nacionalista (CCN), Ignacio González, explicó ayer la operación Hubara que se sigue contra él y otros miembros del partido por presuntas irregularidades en la financiación de la campaña electoral del año 2007, como el resultado de la "denuncia falsa" de una exempleada del partido que resultó despedida.

A pesar de los pinchazos telefónicos ordenados por la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife y de los que se deducen, en parte, los presuntos comportamientos ilícitos, González centró en dicha extrabajadora del CCN el motivo de la investigación. "A lo mejor es ella la que es condenada al final por estas malas artes", señaló.

El presidente del CCN también expuso que no le extrañaba que el supuesto escándalo haya visto la luz "en Las Palmas", ya que "esta persona", en referencia nuevamente a la extrabajadora, es, según sus palabras, de esta provincia.

"Las cuentas del partido están tan claras que han sido aprobadas por el Tribunal de Cuentas", expuso González, si bien, como adelantó LA PROVINCIA en su edición del sábado, sería la contabilidad B hallada en un piso de Santa Cruz de Tenerife en el marco de la investigación por el caso Teresitas la que dio origen a la operación Hubara.

Ignacio González aseguró que las pesquisas que se siguen contra él y otros miembros del partido no le quitan el sueño. "Nosotros dormimos muy tranquilos", y, siempre aludiendo a quien según él es el origen de la investigación, añadió que "la que no tiene que dormir tranquila es la persona que ha montado este tinglado porque ha dejado pruebas evidentes y grabaciones que tenemos, en el sentido de intentar extorsiones para que siguiera contratada".