El impulso del sector turístico está beneficiando al incremento de la recaudación tributaria, sobre todo en el impuesto que afecta directamente al consumo, el IGIC. De esta forma, las arcas autonómicas ven con cierto alivio que aumenten los ingresos sobre las previsiones iniciales, lo que permite sanear las cuentas para evitar recortes tan drásticos como los de este año y mantener a raya el déficit público. Canarias es una de las cinco comunidades autónomas que cumplieron los criterios de déficit exigidos por el Estado en el primer semestre del año.

Los presupuestos de 2011 recogen una previsión de ingresos por los tributos canarios (IGIC, impuesto de matriculaciones y AIEM) de 879,5 millones de euros. Entre enero y julio, la recaudación líquida de estos tres tributos alcanzó los 555,2 millones de euros, de los cuales 477,3 millones corresponden al IGIC. Esta recaudación supone un incremento del 15% con respecto a las estimaciones iniciales.

El principal tributo canario se está viendo beneficiado directamente por el incremento de turistas que visitan las Islas en este año. Aunque no haya más gasto per cápita, el mayor volumen está incidiendo decisivamente en el IGIC al gravarse los servicios turísticos con un 5%. Este incremento de la actividad turística está contrarrestando la debilidad del consumo interno, que permanece en una situación de cierta atonía.

La Consejería de Economía y Hacienda del Ejecutivo regional confía en que a final de año el saldo de la recaudación tributaria se mantenga por encima de las estimaciones entre un 10% y un 15%, lo que supone entre 50 y 70 millones de euros más. Por lo que respecta al impuesto sobre los combustibles, hasta agosto la recaudación fue de 142,3 millones de euros de los 217,2 millones de estimación inicial.