La Policía Judicial muestra en un informe "el sorprende incremento patrimonial" que experimentó el periodista Lucas Fernández entre 2001 y 2005. Fernández y Jorge Bethencourt estuvieron imputados en la causa por un presunto delito de blanqueo de capitales, pero la instructora del caso, archivó provisionalmente esa acusación.

Fernández crea en 2002 Grupo de Medios de Tenerife SL gracias, entre otras cosas, a una inyección económica de 17 millones, dinero que primero dice tener guardado en su casa y después en la caja de seguridad de un banco.

El objetivo era gestionar externamente Azul Televisión, que había sido adquirida por Jorge Bethencourt. Sin embargo, una deuda oculta de 300.000 euros con la Seguridad Social le hace fracasar.

Su recuperación es meteórica y, según los policías, "injustificada". En 2003 crea Plató del Atlántico con un capital de 3.100 euros, en 2005 la empresa amplía capital por 460.000 euros y ese mismo año aparece un desembolso de 981.748 euros destinado a las instalaciones técnicas, maquinaria, utillaje y mobiliario. "Hay que añadir que en 2006, Lucas Valentín se aventura en el rodaje de una superproducción cinematográfica (Óscar, una pasión surrealista), que al parecer habría costado entre cinco y seis millones de euros", señala el informe.

"O sea, cinco años después de la fallida experiencia de Grupo de Medios de Tenerife, Lucas Fernández pasa a administrar cinco sociedades, tres locales y tres naves industriales valoradas en un millón y medio de euros, dos viviendas en una urbanización de lujo y fincas", concluyen.