Los más de 1.800 cargos -88 alcaldes, 1.272 concejales y más de 400 asesores, cargos de confianza y personal eventual- que cobran de los ayuntamientos canarios suponen un gasto para las arcas municipales que supera los 50 millones de euros al año. Ha sido en el tercer año de crisis, el recién terminado 2010, cuando la mayoría de los municipios comenzaron a rebajarse los sueldos y a poner limitaciones a la contratación de personal después de dos años -2008 y 2009- en los que el crecimiento de las retribuciones y complementos salariales supera el 18%.

Más del 90% de los alcaldes y concejales que forman parte de los grupos de gobierno de los distintos ayuntamientos están liberados, es decir, cobran su salario de la corporación municipal. El sueldo medio de los primeros ediles oscila entre los 2.500 y 3.000 euros netos al mes, mientras que los concejales con dedicación exclusiva superan de media los 2.000 euros. Por lo que respecta a la pléyade de asesores, personal de confianza, directores generales, jefes de gabinete y periodistas que trabajan en las corporaciones municipales el espectro salarial es muy variado y oscila entre 1.500 y 2.500 euros netos al mes.

Cuando se inició la crisis, en 2007, el gasto salarial de los alcaldes y concejales canarios sumaban algo más de 25 millones de euros. Dos años después, en 2009 y con la crisis en pleno apogeo, esta cantidad superaba los 30 millones. Según los datos de los presupuestos municipales recogidos por el Ministerio de Economía y Hacienda, el incremento en dos años fue del 18%, de la misma forma que el incremento en la contratación de personal eventual pasó en dos años de suponer un gasto de 11 a 13 millones de euros, lo que significa un crecimiento porcentual similar. A estas cantidades hay que sumar los gastos en dietas, viajes y contrataciones con justificación dudosa también en el debe del capítulo I de los presupuestos.

El debate sobre la reducción del gasto público y la necesidad de reducir ayuntamientos pone en evidencia que la estructura salarial y de personal de las corporaciones locales canarias es cada vez más difícil de sostener. Los ayuntamientos no han tenido más remedio que congelarse o bajarse los sueldos en 2010 a raíz de la reducción salarial impuesta a los funcionarios a mediados de año, pero a esta situación se llegó después de varios años de subidas continuas de las retribuciones de los cargos públicos y un incremento de los gastos de personal.

Con la fuerte reducción de los ingresos propios y los provenientes de las otras administraciones, las corporaciones municipales tienen dos prioridades en 2011: pagar las nóminas y mantener el gasto social. Los sueldos más altos se han reducido una media del 15%, cifra que sigue estando por debajo del incremento real de los dos últimos años. También se han tomado medidas para contener los emolumentos del personal de confianza pero la contención sigue siendo insuficiente cuando hay ayuntamientos a las puertas de la quiebra financiera.