Nunca una victoria fue tan amarga. Nueva Canarias, la formación liderada por el expresidente Román Rodríguez, incrementó los apoyos de los electores el 22-M en las dos listas encabezadas por él al Parlamento y al Cabildo de Gran Canaria; logró irrumpir con tres diputados en la Cámara regional partiendo desde cero y en la corporación insular aumentó el número de consejeros. Pese a los buenos datos, el horizonte es la oposición en ambas instituciones.

Román Rodríguez pasará de gestionar cerca de 100 millones de euros anuales en el Cabildo, donde ocupaba la vicepresidencia y la superconsejería de Desarrollo Económico, Obras Públicas e Infraestructuras y Transportes, a la escueta asignación que disponga el Parlamento para los gastos del grupo mixto. Sólo en 2011 el presupuesto de las áreas que dirigía Rodríguez superaba los 86 millones: 30,3 en el servicio de Transporte, donde se gestiona la planificación del tren de Gran Canaria; 41,7 en Obras Públicas y 13,1 en la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria. A partir del lunes día 20 ya no tendrá coche oficial -en el Parlamento solo tienen derecho los miembros de la Mesa- ni más secretaria que la que él, personalmente, se costee.

Un panorama para el que "estoy preparado", aseguró. "Estas son las reglas de la democracia y uno debe estar preparado para gobernar y para estar en la oposición. No me voy a estar ni parado ni callado. Ni en el Cabildo ni en el Parlamento", apuntó esta semana Rodríguez y anunció que ya está redactando una proposición de ley sobre la reforma de la ley electoral que contemple la reducción de las barreras electorales. ¿Por qué será esa la primera? Cada diputado le "ha costado a Nueva Canarias 27.400 votos, 13.700 al PP, 12.600 al PSC-PSOE y 10.600 a CC", afirmó. "¿Cómo es posible que CC y PP tengan el mismo número de diputados cuando el PP tiene 63.000 votos más? Para el electorado es incomprensible e injusto", subraya el presidente de Nueva Canarias.

A la propuesta para la modificación de la normativa electoral la seguirá otra sobre la financiación autonómica y una tercera sobre el catálogo de especies protegidas. "Nos van a escuchar. Yo estas cosas me las tomo muy en serio", afirmó.

Aumento

El nuevo destino de líder de NC viene precedido, aunque pueda parecer contradictorio, por un incremento de votos respecto a la convocatoria electoral anterior en las dos listas encabezadas por él. En el Cabildo ganó 6.019 votos, pasando de 51.906 en 2007 a 57.925; en el Parlamento de Canarias NC obtuvo 50.749 apoyos en 2007 y 62.148 el 22-M. En porcentaje, los sufragios para la Cámara regional de Nueva Canarias aumentaron un 17,2 %, más que ninguna otra fuerza. Lo mismo ocurrió en la corporación insular, donde el crecimiento de la plancha que Rodríguez encabezó fue del 11,6 %, mientras que la del PP de José Miguel Bravo de Laguna, el partido que logró mayoría, creció un 7,3 %.

Los resultados, con todo, no son los que él esperaba. Los sondeos electorales daban a Nueva Canarias una media de cinco diputados regionales -en la coalición electoral solo para el Parlamento que creó en todas las islas menos Tenerife- y obtuvo tres contando con uno del PIL. La pretensión de Rodríguez de convertirse en llave para la gobernabilidad de la Cámara regional se desinfló igual que sus perspectivas en el Cabildo. En la corporación insular quería llegar a seis consejeros, pero se quedó en cinco, uno más que en esta última legislatura. La "culpa" de que el crecimiento no fuera más abultado la tiene, a su parecer, la estrategia en su contra desplegada por Coalición Canaria en la Isla.

"Paulino Rivero ha utilizado al Centro Canario Nacionalista (CCN) para frenar el crecimiento de Nueva Canarias y para frenarme a mí", afirmó. Fuera esa la estrategia o no, lo cierto es que NC aventajó a CC en el Cabildo en 23.013 votos, mientras que al Parlamento por la circunscripción de Gran Canaria fueron 18.962. El nacionalismo en esta isla tiene claramente el color verde de las siglas de NC.

"Está más claro que el agua que esa era la estrategia", aseguró el nacionalista, que en 2005 encabezó la escisión en Gran Canaria de Coalición Canaria y cuyo pensamiento está muy lejos de la reunificación. Menos ahora que el presidente insular de CC, Fernando Bañolas, ha preferido apoyar la Presidencia insular del popular José Miguel Bravo de Laguna en vez de sumar sus tres consejeros a la moción de censura que impulsarían el PSC-PSOE y NC y que les hubiera permitido mantener en el gobierno insular.

De un plumazo, Bañolas con su decisión acabó con la progresión del expresidente autonómico (1999-2003) tras su salida de Coalición Canaria. La dura campaña electoral que Rodríguez desarrolló en contra de CC y particularmente enfrentada a Paulino Rivero -con el tren de Gran Canaria como tema central- le pasó factura.