El Sistema Nacional de Salud adolece de desigualdades tanto en la atención a la salud como en el acceso a los servicios sanitarios entre las diferentes comunidades autónomas. Un informe del Consejo Económico y Social (CES) estatal hecho público hace unos días analiza la realidad actual del sistema sanitario y la necesidad de que se implante un modelo de coordinación y cooperación eficaz que sea tutelado por el Ministerio de Sanidad. Para el órgano consultor, el Gobierno central no está cumpliendo sus funciones de coordinación.

El CES cuestiona la cartera de servicios sanitarios de las comunidades autónomas por su "opacidad" y falta de concreción. "La ausencia de unas normas básicas claras fijadas desde el primer momento en materia de aprobación y financiación de las prestaciones, unido a su elevado valor político, ha propiciado la emulación entre servicios de salud autonómicos a la hora de conformar su oferta". Por ello, "no siempre han sido los criterios de necesidad o utilidad terapéutica los que han primado en la introducción de algunos tratamientos". El CES alerta de desigualdades en los procedimientos de diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, así como en el uso de las nuevas tecnologías.

Un ejemplo es la atención especializada, en la cual comunidades como Cataluña, Navarra, País Vasco, Andalucía y Valencia han incorporado más prestaciones extraordinarias al catálogo básico que el resto, entre ellas Canarias, mientras que algunas no han ampliado su cartera con nuevas prestaciones.

A la hora de abordar la financiación del sistema sanitario, el CES critica que el sistema se limita a garantizar financiación suficiente a todas las comunidades para que puedan prestar los servicios públicos esenciales en condiciones similares, pero no garantiza el destino final de los recursos, que depende enteramente de cada comunidad. Por ello, son exigibles medidas de "coordinación eficaces" para reforzar la equidad y la cohesión territorial en materia sanitaria.