Los féretros con los restos mortales de los dos militares asesinados en Afganistán llegaron ayer a la Base Aérea de Gando para ser hoy despedidos en un funeral de Estado que tendrá lugar en la zona militar de La Isleta bajo la presidencia del Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. Los cuerpos de Manuel Argudín y Niyireth Pineda fueron recibidos por sus familiares que, rotos por el dolor, esperaban la llegada del avión de la Fuerza Aérea Española procedente del país asiático.

La aeronave arribó a la pista de la Base de Gando pocos minutos después de las 17.30 horas tras realizar un trayecto de unas diez horas desde Herat. Sobre el mediodía el avión realizó una escala técnica en la isla italiana de Cerdeña para repostar combustible, llegando a Gran Canaria incluso antes del tiempo previsto ya que en un primer momento iba a llegar más tarde.

Además de los familiares de los dos fallecidos asistieron a la recepción de los féretros autoridades políticas y militares como la delegada del Gobierno en Canarias, Dominica Fernández; la vicepresidenta del Ejecutivo canario en funciones, María del Mar Julios, y la primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, María del Carmen Hernández Bento. Tanto el presidente del Ejecutivo, Paulino Rivero, como el alcalde capitalino, Juan José Cardona, se encontraban ayer en Madrid defendiendo la candidatura de la ciudad para ser capital europea de la Cultura en 2016. Por su parte, mandos militares de los tres ejércitos aguardaban con gesto afligido al avión, encabezados por el jefe del Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Coll. De la aeronave bajaron también la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general José Julio Rodríguez, que acompañaron los restos en el traslado desde Afganistán.

Nada más descender del avión, Chacón se dirigió directamente a los familiares de las dos víctimas, a las que consoló durante unos minutos mientras los ataúdes eran bajados del avión. Por parte del sargento Manuel Argudín se encontraban, entre otros familiares, su viuda y su suegra, mientras que por parte de la soldado Niyireth Pineda estaban su hijo de doce años y su hermana. Se da la circunstancia de que la hermana de la soldado Pineda también es militar de profesión y se encuentra destinada en el Regimiento Canarias 50. Las dos son oriundas de Colombia y se encontraban desde hacer varios años residiendo en Canarias.

Ceremonia

La ceremonia de recibimiento de los féretros fue sencilla y rápida y poco después de las 18.00 horas los coches fúnebres partieron con destino al Instituto Anatómico Forense para proceder a la realización de la autopsia y después a la capilla ardiente, que quedó instalada en el acuartelamiento de la Base General Alemán Ramírez, sede central de la Brigada de Canarias, destacamento que presta desde marzo sus servicios en Afganistán y al que pertenecían los dos militares fallecidos.

Una vez que fueron sacados del avión los dos ataúdes, éstos fueron llevados por un destacamento del Ejército de Tierra hasta donde se encontraban los familiares. Durante el trayecto la banda de la Base Aérea de Gando interpretó la marcha fúnebre. El capellán militar pronunció un breve responso y a continuación los féretros fueron introducidos en los vehículos funerarios. Los familiares fueron transportados en dos guaguas dispuestas por el Ejército.

Durante todo el tiempo que se prolongó la ceremonia de recepción de los féretros se vivieron momentos emotivos protagonizados por los familiares de los fallecidos, que expresaron su desolación ante los ataúdes envueltos con banderas de España. El dolor fue aún mayor cuando los ataúdes llegaron junto a los familiares y durante el breve responso religioso.