Los 15 saharauis que solicitaron la revisión de su petición de asilo político tras su llegada en patera a Fuerteventura el pasado 5 de enero -de los 19 que llegaron se concedió a 3, 15 recurrieron y 1 renunció- quedaron ayer en libertad al cumplirse los 60 días que la legislación española establece como plazo máximo para permanecer retenidos en un centro de internamiento.

No obstante, según apuntaron fuentes de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Canarias, los saharauis continúan con las órdenes de expulsión suspendidas de forma provisional en tanto se resuelven los recursos que la Comisión presentó ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra la decisión del Ministerio de Interior de rechazar la tramitación de su asilo.

Entiende CEAR, y así lo hizo también Estrasburgo, que la deportación hubiera significado un riesgo claro para sus vidas al haber estado expuestos, durante el tiempo en que duró el proceso, en los medios de comunicación.

En tanto se resuelve la solicitud de asilo once de los saharauis será acogidos en uno de los centros de CEAR en Gran Canaria y el resto irá con familiares.