- El Parlamento que presidió usted en la anterior legislatura pareció insensible con los recortes a trabajadores públicos, pensionistas y empleados privados. Hablo de todos los grupos. Les costó entrar en contención.

- Parece usted haber iniciado la legislatura sin los sofocos a que dieron lugar sus enfrentamientos con el líder de la oposición hace cuatro años, López Aguilar.

- Sí, fue una situación desagradable, probablemente la más desagradable que he sufrido, pero eso ya es pasado y las disculpas están extendidas. Hubo mucha tensión y creo que no fue necesaria. En política las formas son importantes y se perdió un poco la perspectiva en aquellas situaciones.

- Aquel Parlamento, el de la VII legislatura, fue un Parlamento que reconoció inmediatamente que debía estar a la altura del esfuerzo de los ciudadanos ante la crisis. Hemos hecho ahora un Parlamento tremendamente austero, con un descenso de su presupuesto estimado en el 35%. Hemos pasado de gastar 25 a 17 millones y hemos recortado en todas las partidas: en los sueldos de los parlamentarios, en protocolo, en personal, en gasto corriente. Pero confío en que se entienda que el trabajo de diputado requiere de una infraestructura, absolutamente necesaria. Lo que hay que pedirles ahora a nuestros representantes es que se esfuercen en el trabajo, que estén a la altura de lo que demandan los canarios, que tengan una dedicación intensa y entregada al interés general. En eso estamos todos de acuerdo y le añado que los sueldos de los diputados no son ni los mayores del conjunto de parlamentos autonómicos como tampoco de los niveles correspondientes de la Administración canaria.

- Con José Manuel Soria y el PP en la oposición, ¿espera usted algún tipo de tensión?

- De entrada debo agradecer al PP, como al resto de los grupos, el apoyo que me han dado para ser elegido presidente. Ese apoyo de 58 diputados, y le recuerdo que uno en blanco fue conscientemente mío, nunca se había dado en la Cámara canaria. Ese alto respaldo me obliga, sin duda, a estar a la altura. En cuanto a la tensión con la oposición, habrá diferencias que irán aumentando a medida que nos acerquemos a las elecciones generales, de aquí prácticamente a nueve meses. Seguro que volveremos a momentos de cierta tensión, pero creo que hay una voluntad general, de todas las partes, de que se va a trabajar por el interés general de los canarios.

- ¿Cree que el Pacto por Canarias que han firmado CC y el PSC tiene fecha de caducidad después de las generales?

- No, no, no, no. Es un pacto para cuatro años. Está hecho y firmado con esas miras. Y le digo más: es el pacto que le da mayor estabilidad y cohesión al Gobierno en una legislatura que debe afrontar decisiones difíciles.

- ¿Qué cuadro le gustaría ver de Canarias cuando acabe este mandato suyo?

- Sin duda quiero ver a Canarias creciendo económicamente por encima del 2,5% con cohesión y garantizado la igualdad de oportunidades. Quiero ver una tasa de paro reducida al 12% [ahora en el 28%], quiero ver que se han hecho, y bien, las grandes reformas administrativas, económicas, sociales y culturales que nos demandan los ciudadanos, quiero que se recuperen los recursos públicos al nivel de 2006 y con la calidad de vida de los canarios garantizada.

- Se olvida de la reforma electoral, la reducción de barreras y la lista regional. A eso usted siempre le ha provocado recelos, pero está en el documento del pacto.

- No, no me olvido. Conozco el acuerdo del pacto y tengo mi propio criterio sobre ello. Es un tema muy complejo, nada sencillo y espero que haya buena voluntad entre las partes para alcanzar consensos de todos.

- Pero, ¿debe haber lista regional?

- Ya le he hecho todo los comentarios que debo sobre ello.

- ¿Serán reconducibles los pactos en La Palma?

- Los pactos en La Palma se hicieron contra CC, no a favor de algo. El discurso allí en campaña era Coalición fuera del sillón. Eso produjo lo que produjo. Y tampoco hemos visto en la negociación del pacto autonómico la aplicación de los principios que se dicen defender. Vamos a trabajar por reconducirlos porque hay cláusulas que nos obligan a ello. Espero sensatez y que las aguas vuelvan a su cauce porque los barrancos no corren hacia arriba, como usted sabe.