Las asociaciones que representan a esas personas que un día llegaron a Canarias desde muy lejos para convertirla en su hogar y formar aquí su familia se echan las manos a la cabeza por la xenofobia que se alimenta en los rincones del Archipiélago contra los migrantes. Relacionar a quienes llegan en patera con la pandemia y difundir bulos malintencionados sobre los africanos que son alojados en hoteles de las Islas ante la incapacidad del Estado de ofrecerles una acogida digna pueden provocar una tormenta de odio que se debe atajar antes de que se desate.
“Hay que frenar esta ola de racismo”, solicitó ayer el secretario de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias, Teodoro Bondyale Oko, que ofrecía una rueda de prensa junto a otras nueve asociaciones –Plataforma SOS Racismo, Federación Países, Casa del Migrante, Asociación Casa Bolivia, Asociación Venegran, Asociación Casa Argentina, Red Canaria de Acogida, Pastoral Diocesana de Migraciones y Plataforma SOS Refugiados– para exigir que, ante todo, prime la verdad. Sólo así se evitará “crear un clima y un ambiente de odio y xenofobia que a su vez sirva para originar un alarmismo social inexistente y transmitir un falso mensaje de invasión”, tal y como criticó la representante de la Plataforma SOS Racismo, Esther Ortega.
La doble lucha de los migrantes
¿Cuál es la verdad para estas organizaciones? En primer lugar, que los hombres, mujeres y niños que vienen en los cayucos o pateras no traen el Covid de serie. “Estamos observando que el lenguaje que se utiliza ahora está contaminado, se relaciona el incremento del flujo migratorio con la pandemia y unir migración con enfermedad es crear una alarma que no es real”, se quejó Bondyale, que además recordó no sólo que los positivos que llegan en patera son pocos, sino que el problema se encuentra en que las nefastas condiciones de acogida pueden fomentar los focos de contagio. El secretario de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias puso como ejemplo el muelle de Arguineguín, pero la nave de la vergüenza o el terrero de Arinaga también servirían para ilustrar el hacinamiento y la falta de condiciones higiénicas que tanto atraen al coronavirus.
La segunda idea falsa contra la que luchan los migrantes y estas asociaciones es la de que estas personas viven de lujo en los hoteles de las Islas y que han venido prácticamente de vacaciones. Bondyale insistió en que la mayor parte de personas que llegan en patera a las Islas tienen como objetivo seguir su viaje por el continente europeo y que, por lo tanto, ni tenían previsto ni desean instalarse en el Archipiélago. Con el bloqueo del Ministerio del Interior a que estos migrantes puedan seguir con su viaje a la Península, lo mínimo que se les debe garantizar en el Archipiélago es un alojamiento en condiciones que el área de Migraciones sólo ha podido encontrar en los complejos hoteleros que ahora se encuentran vacíos por la pandemia.
“Relacionar la migración con la pandemia genera una alarma irreal”, critica Bondyale
No sólo contra las mentiras que riegan el odio luchan estas asociaciones. También contra el “trato indigno e inhumano” del sistema de acogida perpetrado por el Estado. La falta de respuestas adecuadas, la dejación, la imprecisión y la carencia de recursos alojativos empeora todavía más esta delicada situación, tal y como se quejó la representante de la Plataforma SOS Racismo.
El secretario de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias, que criticó que el Estado deje en manos de una única ONG como Cruz Roja el cuidado y mantenimiento de los migrantes, también se lamentó de que no se solucione el problema de raíz. “Los cayucos van a seguir llegando mientras no haya una respuesta adecuada en los países de origen; a partir de ahí, tenemos que tener preparación y disponibilidad para dar una acogida de carácter humanitario porque la acogida forzada, la improvisada, la no planificada no es la solución”, exigió.
Ayer llegó a Tenerife el cayuco con más personas a bordo en lo que va de año, con un total de 83
Efectivamente, los cayucos van a seguir llegando. Ayer lo hacía otro a Tenerife, con 83 personas a bordo, de las que todos eran varones y 19 menores de edad, por lo que se convertía en la embarcación con mayor número de personas a bordo de las localizadas este año. De hecho, este alto número de migrantes motivó que el barco Salvamar Alpheratz decidiera no trasladarles a la nave de Salvamento Marítimo y acompañarles hasta el puerto de Los Cristianos. Una vez en el muelle, todos los ocupantes fueron atendidos por miembros de Cruz Roja, que decretaron que su estado de salud era bueno.
