El juez de control del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barranco Seco, Arcadio Díaz Tejera, ve muy difícil que en esta antigua cárcel no se produzca un brote del Covid-19 cuando se trasladen a los migrantes para ser expulsados a los países con convenios de repatriación, en principio a Mauritania. Esta situación se puede reproducir en el centro de Hoya Fría en Tenerife.
Con solo un positivo se puede extender como la pólvora el coronavirus en los CIE, pues son espacios pequeños donde el aislamiento y las distancias son “imposibles”, expone el magistrado. En Barranco Seco “duermen seis o siete personas en celdas, comen juntos, se bañan juntos, están el patio juntos y allí no hay condiciones” para atajar el virus, precisa.
La Policía ha mejorado el protocolo en el interior de las infraestructuras
Desde que llegue un migrante al CIE, después de que el Ministerio del Interior diera vía libre esta semana para su apertura, el juez se desplazará al recinto grancanario para comprobar que las personas llegadas por vía marítima estén en condiciones saludables y debidamente supervisadas, y si hay carencias o más adelante se produce un solo positivo ya avisa de que habrá que cerrar Barranco Seco. “Lo que no puede ser es que a los blancos nos digan que no estemos en reuniones masivas y de repente encierran allí a 112 personas para que convivan juntas”, hasta que las expulsen, espeta.
PCR negativo
Ambos CIE van empezar a recibir migrantes en estos días. En Barranco Seco se prevé hoy el traslado de 42 personas llegadas en un cayuco que estaban en el campamento de Arguineguín y han dado todos negativo en el test PCR, por lo que no tienen que hacer cuarentena, según fuentes consultadas.
Díaz Tejera ya ordenó el desalojo de Barranco Seco el pasado 31 de marzo por un brote de coronavirus, y alertó del progresivo contagio que se estaba produciendo por el hacinamiento en que se encontraban los internos y por la inexistencia de las condiciones adecuadas para garantizar el debido aislamiento. Esa condiciones se mantienen, expresa, aunque los protocolos sanitarios y de control de los migrantes han mejorado en seis meses.
La Consejería de Sanidad realiza test PCR a todos los que llegan a las Islas, y si hay algún positivo se le pone en cuarentena junto a los contactos de la patera o cayuco con los que han viajado. Por tanto, confía en que todos los migrantes que se trasladen a estos centros estarán libres de Covid. También la Policía ha mejorado su protocolo para atender a estas personas en los CIE. Según Tomás Domínguez, secretario regional del la Confederación Española de Policía, las medidas de seguridad están muy definidas. Son turnos de seis o siete agentes, divididos por plantas, con protección individual, casi sin contacto con los migrantes y realizarán el control a través de una oficina estanca. “No hay ningún problema, todo está bien estructurado”, precisa, siempre y cuando los migrantes que lleguen no den positivo.
Llega a Lanzarote una patera con 25 adultos y cuatro menores, uno de ellos de tres años
El Ministerio del Interior ordenó reabrir esta semana reabrir los CIE de Barranco Seco y de Hoya Fría para activar las expulsiones paradas desde hace seis meses por el cierre de fronteras derivado del coronavirus. El secretario regional del CEP, Tomás Domínguez, expone que si antes las deportaciones eran complicadas, el Covid es un problema añadido. De entrada, Interior debe contratar a la compañía aérea que se encargue de los traslados a Mauritania, y se pueden llenar los CIE, y con previsión de que siga en aumento el número de pateras. El tiempo máximo para ser repatriados es de 60 días y si en ese plazo no han sido devueltos deben quedar en libertad. Aparte de los que han llegado en los últimos días, ve complicado sacar a los que están en hoteles y tienen un expediente abierto de repatriación que ahora se retoma, porque los migrantes lógicamente se negarán a ir al CIE y puede haber complicaciones.
Aunque cada día se trasladan a establecimientos hoteleros a personas que pernoctan en los campamentos - en el de Arguineguín había ayer unas 300-, el flujo de llegada de pateras y cayucos es incensante. A Caleta Caballo, en el norte de Lanzarote, arribó una patera con 29 inmigrantes a bordo. Entre los ocupantes se encontraban cuatro menores y una mujer. De los menores, uno de ellos es un niño “de tres o cuatro años de edad”, según testigos de los hechos, informa La Voz de Lanzarote.
Uno de los inmigrantes tuvo que ser trasladado al Hospital Molina Orosa con hipotermia, mientras el resto, que se encontraban en buen estado en general, fueron trasladados a la nave habilitada en Playa Honda.
Los vecinos asistieron a los ocupantes de la patera, que manifestaron que partieron desde Agadir (Marruecos) y que llevaban tres días navegando.
Además, Salvamento Marítimo rescató durante las horas centrales de ayer una patera que se localizó con nueve migrantes a unas 56 millas náuticas al sur de la isla de Gran Canaria.La embarcación llegó al Muelle de Arguineguín al mediodía, donde esperaba el dispositivo sanitario y de seguridad habitual.
De esta manera, los servicios sanitarios atendieron a los nueve ocupantes de la patera, todos varones de origen magrebí y que estaban en aparente buen estado de salud.
Solo el jueves llegaron a Canarias ocho embarcaciones con 192 personas a bordo, de las cuales un cayuco con 67 migrantes fue trasladado al muelle de Los Cristianos, y las siete pateras y cayucos restantes al muelle de Arguineguín.
