El director de ferias y eventos de Infecar, Rafael Suárez, ha negado ante un Jurado de la Audiencia de Las Palmas haber ordenado que el cáterin ofrecido por la empresa Hergora en un congreso del CCN en diciembre de 2011 se cargara como un taller infantil de comida saludable subvencionado por el Cabildo de Gran Canaria.

Rafael Suárez, que en aquel momento era también director accidental de Infecar, se enfrenta a una pena de un año y nueve meses de cárcel por una supuesta malversación de 3.500 euros, al igual que Carlos Orce, quien también ha negado este lunes los hechos, así como que fuera responsable de Hergora como sostienen la Fiscalía y la acusación ejercida por el Cabildo de Gran Canaria.

Según Suárez, Hergora debió mezclar la factura del cáterin que sirvió al CCN con un trabajo que se le ofreció para el taller de comida saludable

En la primera sesión del juicio, Suárez ha explicado que firmó esa factura al igual que lo hizo el consejero del área Lorenzo Olarte, después de que desde administración y contabilidad le dieran el visto bueno, sin darse cuenta de que se había un error o que alguien había cometido un delito, aunque ha dicho que se inclina más a que no fue intencionado.

Según su testimonio, Hergora debió mezclar la factura del cáterin que sirvió al CCN con un trabajo que se le ofreció para el taller de comida saludable, que se celebró una semana después y que no llegó a servir.

El director de eventos ha dicho que cuando Olarte denunció que había irregularidades en Infecar se puso en contacto con el departamento técnico para comprobar si Hergora había efectuado el encargo del taller, y, al ver que no, dio instrucciones para que se devolviera esa subvención al Cabildo y reclamó los 3.500 euros a la empresa.

Así mismo, ha explicado que él no se encargó del cáterin que ofreció el CCN el 18 de diciembre, lo único que hizo fue informar a la persona que lo estaba organizando sobre empresas que prestaban esos servicios, que se prestó a llamar a varias y le pasó el presupuesto que dio Hergora.

Ha indicado que no recuerda si habló con Carlos Orce o con la directora financiera de Hergora, Ana Torres, para que sirvieran bolsas con comida saludable en el taller infantil de la Feria de la Infancia y la Juventud del Cabildo, un encargo que después no se materializó.

Infecar organiza ferias, jornadas y simposios, pero también alquila espacios para que organicen eventos, pero la organización de estos últimos no le corresponden, ha recalcado Suárez, quien ha asegurado que lleva siete años esperando a que se celebrara el juicio para poder explicar lo ocurrido.

Del CCN ha dicho que solo conocía al consejero Lorenzo Olarte y a su asesor Juan Francisco Herrera, que había trabajado en Infecar y estaba a cargo del congreso, y le ayudó "porque sabía que no estaba formado" para eso, pero que con ninguno de los dos tenía relación personal, como tampoco la tenía con Hergora, ha asegurado.

Suárez ha subrayado que no ha tenido "intención de favorecer a nadie con fondos públicos".

Ha relatado que fue destituido de los dos cargos que ocupaba en 2011 un mes antes de la que Olarte denunciara en un pleno las presuntas irregularidades de Infecar y que el consejero nunca le preguntó por esa factura, pues, según Suárez, el consejero decidió iniciar "una pelea política sin pedir explicaciones e interesarse por la verdad".

Orce ha explicado al tribunal que él es biólogo y que Hergora lo contrató como director de calidad, que es la función que desempeñó en la empresa hasta se declaró en concurso de acreedores en 2012 y el juzgado le nombró director de la empresa y consejero delegado.

Según su versión, la documentación que firmó como responsable de la empresa es la que le requirió la Fiscalía a raíz de la denuncia y en ella "está bien claro que es Rafael Suárez quien se pone en contacto con Ana Torres", la directora financiera.

Carlos Orce ha manifestado que él solo se encargaba de la gestión de calidad de las comidas y que no conoce nada sobre la factura

Orce ha manifestado que él no habló con Rafael Suárez porque no era esa su función, ya que se limitaba al control de calidad de la comida y que desconoce lo que ocurrió con esa factura, de la que tuvo conocimiento cuando la Fiscalía le pidió documentación.

En Hergora se hacían mas de 15.000 comidas diarias y no sabía a quién se servían, ha remarcado el acusado, quien ha negado también que recibiera propuesta alguna sobre el taller de comida saludable, pues ha insistido en que se dedicaba a controlar las muestras de comida y nunca firmó facturas.

El juicio continuará este martes con la declaración de los testigos.