El ministro de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado este miércoles que el uso de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), que han comenzado a reabrirse tras permanecer cerrados desde el estado de alarma, esta "muy tasado judicialmente".

Lo ha asegurado durante su comparecencia ante la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso, en la que ha comparecido para dar cuenta del trabajo de su departamento en materia de inmigración, entre otros asuntos, y en la que ERC, EH Bildu y el Grupo Plural han exigido que no se reabran los CIE.

El ministro ha anunciado que esta misma tarde viajará a Canarias durante dos días para conocer de primera mano cómo están abordando el problema migratorio.

Tras subrayar que los CIE son competencia del Ministerio del Interior, el ministro ha indicado que el uso de estos centros está "claramente vinculado" a la política de retorno y que requiere la autorización de un juez para internar a una persona a la espera de retornarlo a su país.

Debido al cierre de fronteras de varios países, la capacidad de retorno fue mermando e hizo que los internamientos en los CIE fueran cesando de forma individualizada. Ahora que esa capacidad de retorno ha comenzado a recuperarse, según han explicado a Efe fuentes de Interior, se ha dado la orden de condicionar estos centros para reanudar su actividad.

Escrivá ha recordado el marco europeo que hay en materia de inmigración, "que nos constriñe y nos determina las actuaciones" que se pueden realizar: "El marco es el que es. Cuando estamos en Europa compras todo y hay cosas que te gustan más y otras menos", ha incidido.

En cuanto a las llegadas irregulares por vía marítima, el ministro ha explicado que se han ido moderando desde 2018. Ese año entraron unas 40.000 personas, mientras que en lo que va de 2020 han llegado 19.045.

Pese a ese descenso general de llegadas, ha habido un cambio significativo en los flujos y la ruta de Canarias ha experimentado un incremento de más del 500 % respecto al año pasado, ha incidido Escrivá, que ha detallado que en las islas han entrado 5.940 inmigrantes en lo que va de año.

"El sistema de acogida era débil, no estaba preparado para llegadas masivas como las que se han producido este 2020 después de muchos años sin apenas llegadas", ha admitido el ministro, que ha dicho que han incrementado las plazas de emergencia un 144 %, incluso han usado hoteles para estas acogidas.

Desde Vox, la diputada Rocío de Meer ha acusado a Escrivá de no saber en qué "mundo, país o barrio" vive porque su exposición de no se ajusta a la realidad que viven los españoles cada día y se ha "alegrado" de que el ministro "no tenga cerca un piso patera o un centro de menas".

"¿Creen que poner a miles de africanos a deambular por las calles no iba a aumentar la delincuencia?", se ha preguntado la diputada de Vox, que ha opinado que hay que afrontar el "problema" con sentido común porque "el multiculturalismo que nos han vendido la izquierda" ha fracasado.

El ministro ha rechazado el discurso de Vox y ha asegurado que España es un "país ejemplar" en cuanto a la integración de inmigrantes y le ha recordado que "la geografía es la que es" y áfrica está a muy pocos kilómetros de España.

"Esto de intentar espolear los instintos más xenófobos de algunas partes de la sociedad... prefiero no entra a discutir y prefiero no calificarlo", ha apostillado Escrivá.

Desde el PP, el diputado José Órtiz ha acusado al ministro de estar desaparecido durante este verano en Canarias, donde se han vivido "escenas tercermundistas", y le ha echado en cara la situación de "auténtico caos y nefasta gestión" que se ha vivido allí.

"Usted este verano no ha estado, se ha lavado las manos en materia de inmigración", ha recriminado a Escrivá, que ha pasado "en tiempo récord de ministro estrella a ministro estrellado".

"Lo que no he hecho es ir a hacerme una foto y volverme, nunca iré al muelle de Arguineguín para hacerme una foto con un inmigrante y volverme. No soy de política de fotos, eso no lo voy a hacer, me parece de mal gusto", ha aseverado.

Escrivá ha admitido que la capacidad de acogida inmediata en Canarias es difícil, si bien ha insistido en que su objetivo es desarrollar una red estable de centros de migraciones "para minimizar" la dependencia de otras administraciones.