A las cuatro de la madrugada del 10 de octubre de 2010 falleció Adán Martín Menis en un centro hospitalario de Barcelona y víctima de un cáncer, enfermedad contra la que luchó durante una docena de años. La sede de Presidencia del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife (edificación diseñada por su hermano, Fernando) albergó su capilla ardiente. Desde allí fue trasladado, en procesión, hasta la iglesia matriz de la Concepción, donde el obispo, Bernardo Álvarez, ofició la misa antes de que el féretro partiera hacia el cementerio de Santa Lastenia.

Adán Martín nació en Santa Cruz de Tenerife, estudió ingeniería industrial en Barcelona y se diplomó en Ciencias Empresariales por la Escuela Superior de Administración de Empresas (ESAE) y el Instituto Balear de Dirección Empresarial. En su actividad laboral figura haber trabajado entonces para la multinacional Chrysler en Inglaterra, durante un periodo de dos años.

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A la política se incorpora coincidiendo con las primeras elecciones democráticas que celebró España, en 1979. Concurrió en la candidatura que lideró Manuel Hermoso, ejerciendo como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife desde 1979 a 1987, contribuyendo a fundar la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI). Durante los años 1981 y 1982 formó parte de la Junta de Canarias, donde ejerció de consejero de Industria y Energía. Una vez se consumó la aprobación del Estatuto de Autonomía del Archipiélago, Adán Martín fue consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias. En su currículum, además, destaca que fue presidente del Cabildo de Tenerife entre 1987 y 1999, periodo en el que se desarrollaron obras hoy consideradas emblemáticas para la capital y la Isla. Asimismo, fue diputado por la provincia de Santa Cruz de Tenerife (1993-1996), además de vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Economía y Hacienda (1999-2003).

El año 2003 lideró la candidatura de Coalición Canaria (CC) y fue elegido presidente del Gobierno autonómico, cargo en el que permaneció hasta el momento de su retirada, en julio de 2007. Su mandato es valorado por contribuir a "la mejora de las condiciones de las islas y las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea", por promulgar las directrices de ordenación territorial de Canarias y por el impulso que dio a un nuevo estatuto de autonomía, que no se concretó entonces.